El gobierno local declarará hoy desierto el proceso de contratación de las obras de demolición, al que concurrieron tres empresas
El gobierno local de Ourense volverá a declarar desierto el contrato de adjudicación del derribo de la parte trasera de un edificio de la avenida de As Caldas, sobre el que pesa una resolución judicial firme en ese sentido. La junta municipal de gobierno incluye en el orden del día de la sesión de hoy ese acuerdo, lo que significa que se demorará de nuevo el derribo de parte de ese inmueble ya que será preciso abrir un nuevo proceso de contratación.
Al proceso declarado desierto se presentaron tres empresas y ya el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, no descartaba que quedase desierto si ninguna fuese capaz de cumplir con las condiciones técnicas del proyecto, que es muy complejo porque se trata de operar en un patio interior y "cortar" de arriba a abajo el edificio. Ya hubo un intento anterior de adjudicación de la demolición, en febrero de este año, también declarado desierto.
La batalla judicial de este edificio, ubicado ahora en el número 36 de la avenida de As Caldas (antes era el 54), se inició en 1988, cuando se presentó la denuncia por el edificio de enfrente. Antes, se habían producido informes técnicos negativos sobre la obra pero un dictamen del entonces servicio jurídico estableció la legalidad de la misma.
Así, ya en aquella etapa se acordó el corte de suministros al inmueble pero el asesor jurídico emitió múltiples informes favorables al edificio, hasta que en 1992, una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza ordenaba el derribo; siete años después hacía lo mismo el Supremo. Comenzó entonces una lucha contra lo inevitable, con demoras, autos judiciales, recursos municipales y de los vecinos y dos intentos fallidos de adjudicar los trabajos de demolición; un "marrón" difícil de asumir por el impacto que supone en la comunidad de vecinos.
