Los desbroces saturan de madera a los aserraderos

La obligatoriedad de limpiar las fincas que están llenas de maleza cerca de núcleos habitados, carreteras e instalaciones deportivas e industriales, ha disparado las ventas de madera. En la actualidad, los aserradores y madereros de la provincia no dan atendido las ofertas de árboles sin talar y troncos ya troceados, que en su mayoría suelen ser de pinos y robles.

Juan da Silva lleva años adquiriendo madera en los municipios del sur de la provincia. Hasta hace unos meses, era él quien localizaba las fincas y, después, contactaba con los dueños para que le vendieran la madera de los árboles. "Ahora, son los particulares los que te buscan, te esperan para ofrecerte la madera", afirma, puntualizando que el mercado está completamente saturado, porque la limpieza no solamente afecta a la provincia de Ourense. "Tengo llamadas de personas desde la provincia de Pontevedra para que le compre los árboles".

Este maderero, que lleva más de 20 años en la profesión, asegura entender la situación. "Hay mucha gente mayor en el medio rural que no puede limpiar las fincas. Deciden vender los árboles para que las trabajadores que los talen, desbrocen de paso todo el terreno, no solo para evitar los incendios, también para sacar la madera hasta la carretera más cercana", recuerda.

Pero la situación no solamente afecta a los particulares. Los concellos también tienen el mismo problema a la hora de talar árboles en espacios públicos cercanos a las viviendas instalaciones industriales y márgenes de carreteras.

Las peticiones de autorización para talar árboles aumentaron desde el pasado mes de febrero en la Xunta. Y la oferta provocó un desplomé en los precios. José Antonio Rodríguez lleva más de diez años adquiriendo madera para su aserradero en la ciudad. "La maleza se puede vender como biomasa, pero los troncos no tienen mucha salida. El mercado está estancado", apunta. Un lote que el pasado mes de octubre costaba 600 euros, ahora bajó hasta los 200 e incluso menos.