La EPA anotó 17.800 parados en el cuarto trimestre, 7.900 menos que en el mismo periodo del 2016
En los grandes números el empleo ha dejado conclusiones positivas en la provincia en el 2017, a juzgar por lo reflejado en la Encuesta de Población Activa (EPA). El paro ha descendido, la tasa de ocupación se ha recuperado y los sectores productivos ofrecen otro semblante. A finales del 2017 había 17.800 parados, cifra desconocida durante la crisis, mejorando sobre los 25.700 que había en el mismo periodo del 2016; es decir, 7.900 ourensanos menos en el casillero del desempleo.
El buen dato se da en todos los tramos de edad y únicamente crece en 300 parados la franja que va desde 45 a los 49 años. A destacar los 1.800 desempleados menos que hay ahora entre los 20 y los 24 años de edad, idéntica cifra a la que se constata entre los 50 y los 54 años de edad.
La tasa de paro vuelve a datos inéditos en los últimos ejercicios, con un 13,7% al finalizar el 2017, mientras que en idéntico periodo del ejercicio anterior la tasa era del 19,2%. Únicamente crece entre los 35 y los 39 años de edad un 1,7% y entre los 45 y los 49, con una subida del 0,3%.
Los sindicatos pusieron ayer el acento en lo negativo de la EPA. Pedro Barreiros, secretario comarcal de Comisiones Obreras, señaló que "o mercado laboral provincial segue sendo un mercado laboral feble, con traballo precario, o paro segue sendo desorbitado, sobre todo o de longa duración".
En este sentido, el informe que ayer divulgó el INE alude a que de los 17.800 parados ourensanos, 6.700 llevan dos años o más sin obtener un empleo, pero esa cifra subía hasta las 10.300 personas a finales del 2016. Y si en ese periodo había 2.600 ourensanos que esperaban un empleo desde hacía un año y un año y medio, a finales del 2017 la cantidad era de 1.800 personas.
La CIG alude a que la situación laboral "está a provocar a consolidación da figura do traballador pobre, até o punto de que na actualidade dispoñer dun emprego non supón necesariamente esquivar a exclusión social".
José Manuel Pérez Canal, presidente de la Confederación de Empresarios indica que la EPA deja "datos buenos, pero que deben mejorar todavía, para lo cual resulta imprescindible un clima de estabilidad política en el conjunto del Estado, así como en el Concello de Ourense, pues algunas de sus decisiones afectan sensiblemente a la economía ourensana.
La EPA demuestra que la contratación indefinida ha subido ligeramente. En el último trimestre del 2016 se contabilizaban 63.400 ourensanos con contrato no sujeto a vencimiento, frente a los 63.800 del 2017. Los trabajadores con contrato temporal han pasado de los 20.000 a los 24.300 en el último año. Donde más se nota la temporalidad es entre los jóvenes. Si al finalizar el 2016 eran 9.000 ourensanos de entre 16 y 34 años los que tenían un contrato temporal, al concluir el 2017 la cifra llegaba hasta los 12.100.
