Unos 40 extrabajadores de la fábrica de T-Solar se encerraron ayer en las instalaciones de la planta, ubicada en el Parque Tecnológico, donde piensan permanecer de modo indefinido 'ata que haxa unha solución de continuidade para o persoal da empresa', según señalaba Xosé Lois Freire, secretario de la Federación de Metal de la CIG.
Los trabajadores optaron por esta medida ayer, después de que la semana pasada se formalizase el ERE aprobado a finales de mayo (que consuma su despido) y que ayer mismo recibiesen el reconocimiento de deuda salarial de los últimos dos meses, para reclamar el al Fondo de Garantía Salarial. Piden también que se reúna la comisión de seguimiento que se acordó crear cuando se firmó el ERE con el fin de supervisar las negociaciones con posibles inversores pues, según sostienen, no se están realizando.
Asimismo, durante su encierro solicitaron a la empresa que suministraba gases para la elaboración de los paneles solares que paralizase el desmantelamiento de las instalaciones, pues dificultaría la reactivación de planta si finalmente se vende a un inversor, a lo que el proveedor se comprometió.
A lo largo del día se fueron sumando trabajadores a esta protesta, que también recibió el apoyo de representantes políticos del BNG, entre ellos la parlamentaria Tereixa Paz. La nacionalista pidió al conselleiro de Industria que se reúna con los trabajadores y el administrador concursal para negociar las ofertas de compra.
Desde la empresa lamentaron la actuación de 'este grupo de extrabajadores, acompañados de personas que nunca tuvieron relación con la planta', pues consideran que complica 'la de por sí difícil tarea de encontrar un inversor'. Precisaron que habían intentado convencer a los empleados de que abandonasen voluntariamente las instalaciones pero que, al no acceder, contactaron con el administrador y pusieron denuncia de lo ocurrido ante la Guardia Civil. Con respecto a las críticas de la plantilla de falta de negociación con posibles inversores, señalaron que 'nunca se ha descartado esa posibilidad', sin entrar en más detalles.
T-Solar recibió 16,2 millones en subvenciones de la Xunta desde 2008. Las ayudas a la sociedad presidida por Marcial Portela si se contabilizan también avales y créditos sin intereses superan los 65 millones.
Asimismo, durante su encierro solicitaron a la empresa que suministraba gases para la elaboración de los paneles solares que paralizase el desmantelamiento de las instalaciones, pues dificultaría la reactivación de planta si finalmente se vende a un inversor, a lo que el proveedor se comprometió.
A lo largo del día se fueron sumando trabajadores a esta protesta, que también recibió el apoyo de representantes políticos del BNG, entre ellos la parlamentaria Tereixa Paz. La nacionalista pidió al conselleiro de Industria que se reúna con los trabajadores y el administrador concursal para negociar las ofertas de compra.
Desde la empresa lamentaron la actuación de 'este grupo de extrabajadores, acompañados de personas que nunca tuvieron relación con la planta', pues consideran que complica 'la de por sí difícil tarea de encontrar un inversor'. Precisaron que habían intentado convencer a los empleados de que abandonasen voluntariamente las instalaciones pero que, al no acceder, contactaron con el administrador y pusieron denuncia de lo ocurrido ante la Guardia Civil. Con respecto a las críticas de la plantilla de falta de negociación con posibles inversores, señalaron que 'nunca se ha descartado esa posibilidad', sin entrar en más detalles.
T-Solar recibió 16,2 millones en subvenciones de la Xunta desde 2008. Las ayudas a la sociedad presidida por Marcial Portela si se contabilizan también avales y créditos sin intereses superan los 65 millones.
