La Policía Local detuvo ayer a A.C.R., un vecino de Ourense de 23 años, por su presunta participación en dos atracos a sendos establecimientos comerciales y una tentativa en otro, haciendo uso de un cuchillo de cocina con nueve centímetros de filo. La detención, según dio a conocer el cuerpo policial, permitió recuperar 650 euros supuestamente procedentes del botín de dos de los comercios atracados a lo largo de la mañana.
La intervención de los agentes se produjo a raíz de que tuvieron conocimiento de la tentativa de robo en una panadería del número 9 de la calle Remedios por parte de un joven encapuchado que vestía una chaqueta de tela a cuadrados. Con la descripción facilitada, tres patrullas policiales procedieron a la búsqueda del delincuente. Paralelamente, los agentes fueron alertados de que alguien había atracado con arma blanca una tienda de alimentación situada entre los cruces de las calles Zurbarán con Picasso. La víctima, a la hora de describir al autor, dio las mismas características del ladrón de la panadería.
La detención tuvo lugar en la intersección de la calle Dalí con Ervedelo cuando una patrulla del dispositivo de localización vio un joven cuyas características coincidían con las aportadas por las víctimas de los robos violentos. El detenido llevaba en el bolsillo un sobre con 600 euros, dinero que, según confesó, procedía del robo que acababa de realizar en un locutorio de la calle Jesús Soria número 10.
Dado que en el momento de su arresto no portaba ninguna arma blanca con él, la Policía Local rastreó la zona, siendo localizada tras un cajetín eléctrico, en las inmediaciones del lugar de la detención.
La detención tuvo lugar en la intersección de la calle Dalí con Ervedelo cuando una patrulla del dispositivo de localización vio un joven cuyas características coincidían con las aportadas por las víctimas de los robos violentos. El detenido llevaba en el bolsillo un sobre con 600 euros, dinero que, según confesó, procedía del robo que acababa de realizar en un locutorio de la calle Jesús Soria número 10.
Dado que en el momento de su arresto no portaba ninguna arma blanca con él, la Policía Local rastreó la zona, siendo localizada tras un cajetín eléctrico, en las inmediaciones del lugar de la detención.
