Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un hombre de nacionalidad marroquí y de 55 años de edad -Abderramán I.- como presunto autor de un delito de receptación y se le intervinieron más de 40 efectos, entre los que había teléfonos móviles, cámaras de fotos, tabletas y un portátil.
Según informó la Comisaría Provincial de Ourense, se inició una investigación con el fin de esclarecer los distintos robos y hurtos de efectos, sobre todo de teléfonos móviles, cometidos principalmente en locales de ocio del centro de la ciudad.
La Policía procedió a establecer un dispositivo de vigilancia sobre esta persona, procediéndose el pasado miércoles a su interceptación cuando circulaba con un vehículo en el barrio de O Couto. En el registro del vehículo, los agentes hallaron una bolsa llena de efectos de los cuales no pudo explicar su lícito origen. Por ello, se procedió a su detención como presunto autor de un delito de receptación de efectos robados y fue llevado a Comisaría con el fin de continuar con las diligencias oportunas.
Entre los efectos intervenidos se encontraban 37 teléfonos móviles, tres cámaras fotográficas, una tableta y un ordenador portátil, según la Policía.
Las gestiones han podido determinar que muchos de ellos tienen su origen en hurtos y robos cometidos en puntos como Ourense, A Coruña, Madrid o Pontevedra.
La Policía procedió a establecer un dispositivo de vigilancia sobre esta persona, procediéndose el pasado miércoles a su interceptación cuando circulaba con un vehículo en el barrio de O Couto. En el registro del vehículo, los agentes hallaron una bolsa llena de efectos de los cuales no pudo explicar su lícito origen. Por ello, se procedió a su detención como presunto autor de un delito de receptación de efectos robados y fue llevado a Comisaría con el fin de continuar con las diligencias oportunas.
Entre los efectos intervenidos se encontraban 37 teléfonos móviles, tres cámaras fotográficas, una tableta y un ordenador portátil, según la Policía.
Las gestiones han podido determinar que muchos de ellos tienen su origen en hurtos y robos cometidos en puntos como Ourense, A Coruña, Madrid o Pontevedra.