INVESTIGACIÓN

Los siete detenidos en Lobios inducían a mujeres vulnerables a la prostitución

Están acusados de formar parte de una organización criminal con roles definidos, siendo dos hermanos los captadores y controladores

Los siete detenidos en relación con la muerte de una mujer que apareció en un embalse en la localidad orensana de Lobios, cinco hombres y dos mujeres, se enfrentan a delitos de prostitución, estafa, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas por supuestamtente inducir a mujeres en situación vulnerable o con adicciones a ejercer la prostitución.

Así lo han indicado fuentes de la comisaría provincial, que han confirmado que los presuntos autores están acusados de formar parte de una organización criminal con roles definidos, siendo dos hermanos los captadores y controladores, a través de la cual inducían a mujeres a ejercer la prostitución, centrándose en "personas especialmente vulnerables que presentan adicciones y/o enfermedades mentales".

Se trata de cinco hombres con edades comprendidas entre los 31 y 57 años, naturales de Ourense, Vizcaya, Venezuela y Portugal, y dos mujeres, de 56 y 24 años, de Vizcaya y de Ourense.

La operación "Raia" saltó este pasado 21 de febrero cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron en Ourense a cinco hombres y dos mujeres por un delito de prostitución, estafa, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas, solo a uno de ellos.

Dichos arrestos se produjeron tras una información recibida por la policía a raíz del suicidio de una mujer en el embalse de Lindoso ocurrido en diciembre del 2016 en la que ponían de manifiesto que dicha mujer era obligada junto a otras mujeres a ejercer la prostitución.

A raíz de estos hechos, agentes de la brigada de extranjería iniciaron una investigación que permitió destapar la existencia de una "organización criminal en la que los roles están bien definidos".

Según han apuntado fuentes policiales, los dos hermanos actuaban como "captadores y controladores" de las mujeres (se trataba de mujeres especialmente vulnerables ya que presentan adicciones y/o enfermedades mentales), mientras que una mujer ejercía de cuidadora.

Otro de los detenidos, que trabajaba de camarero, figuraba como "protector" de las mujeres captadas.

Para operar, los dos hermanos se valían de un piso que tenían en la ciudad y de un segundo inmueble que tenían en un pueblo cercano, Ponte Noalla , que posteriormente dejaban para irse a una población más lejana, Maras, donde las obligaban a ejercer la prostitución.

Fruto de la investigación policial, los investigadores sospechan que aparte de ejercer esta actividad, estas personas tenían un bar con el "único objetivo" de conseguir cotizaciones y beneficiarse de la Seguridad Social.

Así, uno de los hermanos y el "protector" ejercían de camareros "sin estar dados de alta en la Seguridad Social".

Mientras, el otro hermano y su mujer, así como el hijo de ambos, el cual facilitó un precontrato falso para la obtención del certificado de NIE del ciudadano portugués, sí estaban dados de alta en la Seguridad Social, pese a que no trabajaban, todo ello para conseguir beneficios tales como ayudas, prestaciones o pensiones.

Durante el registro de los inmuebles de Maras y Grou, los agentes intervinieron documentación, efectos y la cantidad de diez mil euros. 

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