La cafetería Hawai, situada en el centro de Carballiño, fue objetivo de los ladrones, que accedieron al interior del local entre la noche del pasado jueves y la madrugada de ayer. Un empleado del establecimiento fue el primero en observar lo ocurrido en torno a las seis de la madrugada.
Los intrusos palanquearon la persiana metálica de la entrada y, tras varios intentos por los laterales, de los que han quedado visibles restos, lograron doblarla desde abajo e introducirse en la cafetería.
Una vez en el interior, también reventaron la máquina tragaperras y la caja registradora para apoderarse de todo su contenido. Aunque en la mañana de ayer el propietario desconocía el importe del interior de la máquina, una camarera calculaba que habría en torno a los 300 euros solamente en la caja registradora, con lo cual el robo consideran que superó los 1.000 euros en metálico, a lo que hay que añadir los importantes destrozos ocasionados.
La persiana quedó tan retorcida que fue necesaria la intervención de la brigada municipal de emergencias (Grumir), que tuvo que utilizar el equipo de excarcelación para franquear la entrada.
La Guardia Civil de Carballiño inspeccionaba posteriormente el local y recogía la correspondiente denuncia.
La sorpresa fue grande entre el vecindario, teniendo en cuenta la ubicación de la cafetería, en plena calle Tomás María Mosquera, al lado de la Praza Maior, y sin que nadie se percatase de que se estaba produciendo un robo.
Una vez en el interior, también reventaron la máquina tragaperras y la caja registradora para apoderarse de todo su contenido. Aunque en la mañana de ayer el propietario desconocía el importe del interior de la máquina, una camarera calculaba que habría en torno a los 300 euros solamente en la caja registradora, con lo cual el robo consideran que superó los 1.000 euros en metálico, a lo que hay que añadir los importantes destrozos ocasionados.
La persiana quedó tan retorcida que fue necesaria la intervención de la brigada municipal de emergencias (Grumir), que tuvo que utilizar el equipo de excarcelación para franquear la entrada.
La Guardia Civil de Carballiño inspeccionaba posteriormente el local y recogía la correspondiente denuncia.
La sorpresa fue grande entre el vecindario, teniendo en cuenta la ubicación de la cafetería, en plena calle Tomás María Mosquera, al lado de la Praza Maior, y sin que nadie se percatase de que se estaba produciendo un robo.
