El número de licencias cae en Ourense un 70% desde 2002, año de aprobación de la normativa

Los dueños de perros de raza peligrosa, reacios al control

Dos personas pasean apaciblemente por un parque con un perro de la raza Pit Bull Terrier. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El Concello de Ourense sólo tramitó en el primer semestre de 2012 diez licencias para la tenencia de perros potencialmente peligrosos, un requisito obligatorio desde hace diez años para los dueños de razas como American Stafforshire Terrier, Pitt Bull Terrier, Dobermann, Dogo Argentino o Rottweiler. También se incluyen en este apartado los cruces en primera generación de estos o con otras razas, así como canes con episodio de agresiones o con una marcada agresividad natural. Además, estas licencias es preciso renovarlas cada cinco años, una gestión que se realiza en los ayuntamientos.
Este registro de animales se puso en marcha en el ámbito autonómico con el decreto 90/2002 logrando hace diez años que 74 ourensanos formalizaran la obligatoria licencia para la tenencia de estos animales. Sin embargo, en 2011 el total de licencias se quedó en 21, lo que supone una caída de más de un 70%. Tras este descenso se encuentra un factor clave: Los ourensanos optan en menor medida por comprar estos canes en época de crisis.

Por otra parte, la dejadez de los dueños a la hora de formalizar estos trámites que incluyen un certificado de aptitud psicológica -también conocido como psicotécnico- o la acreditación de haber formalizado un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros que puedan ser causados por sus animales, también están detrás de este descenso tan acusado en el registro de animales potencialmente peligrosos.


REGISTRO PROVINCIAL

Con todo, en la provincia de Ourense hay un total de 485 perros potencialmente peligrosos registrados, según los datos facilitados por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.

De los diez perros registrados durante el primer semestre de 2012 en la ciudad, tres son Pit Bull; cinco son Rottweiler; un American Staffordshire y un Dogo Americano. Desde el Concello apuntan que la mayoría de las denuncias que se imponen a los dueños de estos animales son interpuestas por la Policía Local, particulares, comunidades de propietarios o asociaciones de vecinos. Mientras, los motivos encajan con perros sueltos en lugares públicos o sin bozal, ausencia de documentación -cartilla sanitaria y microchip- o molestias a los vecinos de inmuebles por ruidos o malos olores. Las sanciones pueden ser consideradas leves, cuya multa sería de entre 150 y 300 euros, graves (hasta 2.404 euros) y muy graves (hasta 15.025 euros).

Varias clínicas veterinarias de la ciudad confirmaron que 'pese a que los dueños están informados de que tienen que dar de alta a estos perros, cuando acuden al veterinario y le instalamos el microchip -dispositivo electrónico de control de los animales- dicen que están tramitando todo el papeleo, sin llegar en muchos casos a realizarlo, y por consiguiente ese microchip no llega a activarse nunca'. En general, el perfil de los compradores de estos canes encaja con jóvenes, según coincidieron en señalar los veterinarios.


EL ADIESTRADOR OPINA

En paralelo, el adiestrador de perros Paco Rico explicó que muchas veces 'la educación de un perro no depende de la raza sino del carácter del animal'. Con todo, sostiene que los dueños saben que tienen que tener licencia, correas especiales, bozal y seguros, pero en general, 'sólo cuando les tocan el bolsillo son conscientes de que hay que cumplir las normas'.

Rico, propietario de la Escuela de Adiestramiento do Castelo, en Esgos, explicó que en otros países es obligatorio el paso por una escuela especializada para garantizar una convivencia entre animales y ciudadanos, mientras, con la expedición de un certificado al dueño, constatan que 'es perfectamente capaz de controlar a su perro'. Rico también destacó que es fundamental dedicarle tiempo a los animales a partir del cuarto y quinto mes de vida'.

Te puede interesar