CIUDAD

Las empresas del sector ven inviable el concurso de la publicidad exterior

photo_camera Reloj-termómetro de la calle Concordia el pasado enero. Marcaba 44 grados o, quizás, -44, claramente averiado.

Critican la precipitación, el desconomiento del mercado y las exigencias leoninas y obsoletas que plantea el Concello

Un canon anual de 69.387,38 euros al año más IVA; cuatro pantallas led de características obsoletas y cuyo coste de adquisición y puesta en marcha puede suponer un mínbimo de 170.000 euros; el "regalo" al Concello de cuatro relojes-termómetros o la cesión del 20% de todo el espacio publicitario (para que la Administración local, cuando quiera, publicite gratis sus actividades e información); y todo para una concesión de cuatro años, prorrogables dos más. Este es el "inviable" pliego de condiciones técnicas y económicas redactado por el Concello que dirige el "popular" Jesús Vázquez, para la adjudicación del contrato de mantenimiento y explotación publicitaria de marquesinas, relojes-termómetros y mupis en el Concello de Ourense. El plazo de presentación de ofertas finaliza este sábado, pero todavía ninguna presentó formalmente una propuesta.

El concurso es "sorprendente" para las empresas del sector, que atribuyen esta iniciativa a la improvisación por la presión y la crítica política, sin haber contado con el conocimiento de los profesionales ni de la realidad ourensana aunque este servicio, el de la regulación de la publicidad exterior, sea, realmente, una cuestión fundamental para la imagen de la ciudad.

Las condiciones impuestas son "leoninas", según las valoración realizada por las operadoras locales, y derivarían en pérdidas inmediatas para cualquiera que fuese la adjudicataria. Así lo ha constatado Nacher, una de las empresas veteranas en el mercado publicitario ourensano.Tras valorarlo, descarta concurrir en el concurso. "Ni siquiera una empresa media, incluso nacional, podría asumir, sostiene, los costes del servicio, especialmente por el corto período de la concesión -que no deja margen de tiempo a la amortización del gasto- y la cuantía del canon y el coste de las pantallas led", que considera desajustadas y excesivas para una ciudad como Ourense.

Arsenio Nacher, de Nacher Publicidad, lamenta que el gobierno local no haya contado con expertos en este tipo de servicios para redactar un pliego "razonable"; o en todo caso, no haya contrastado sus ideas con el servicio que se gestiona en otras ciudades similares a Ourense; porque "la ciudad tiene el mercado que tiene y esas condiciones no dan tiempo a amortizar; además, tenemos que ganar dinero con el 80% del espacio pues el otro 20% se lo reserva el Concello, y pagamos la luz y el mantenimiento", que incluye seguros de responsabilidad civil, protección contra inclemencias, imprevistos y vandalismo, y conservación; justo en un momento, dice, en el que el sector de la publicidad aún no se ha recuperado tras la crisis.

Desconocimiento

De igual forma, la empresa ourensana Gallega de Publicidad asegura que el concurso "está mal planteado" y, desde luego, no prevé las posibilidades del mercado publicitario en Ourense; es decir, el encargado de la redacción técnica del pliego "no hizo los deberes" ni tiene "idea de este negocio". Gallega de Publicidad entiende que el canon es excesivo, las pantallas son demasiado grandes, el consumidor local no tiene capacidad para costear el precio de la publicidad en ellas y el plazo de la concesión es "ridículo, teniendo en cuenta -recalca- que la inversión en el servicio ronda los 200.000 euros", pues hay que renovar las instalaciones porque el activo actual tiene ya 14 años y requiere mantenimiento y sustituciones importantes.

Por ello, esta empresa augura que, o el concurso quedará desierto "porque cualquiera en su sano juicio sabe que pierde dinero"; o bien se presentará un "temerario que desconoce la situación y que acabe incumpliendo las condiciones o estrellándose".

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