La escasez de personal provoca listas de espera para reformar viviendas en Ourense

La pandemia por coronavirus provocó el confinamiento de la población en sus casas, lo que supuso un antes y un después en el mercado de la vivienda en España. Una de las consecuencias fue el incremento de las rehabilitaciones, cuya demanda se disparó un 50% en la provincia, señalan desde la Empresa Nieto. Otro efecto tuvo que ver con el aumento del interés por las casas en las áreas menos urbanizadas y en el rural. Pese a este aumento en la demanda, las empresas no pueden asumir la totalidad de los pedidos por la falta de personal en el sector de la construcción. Esto provoca plazos de demora de entre seis meses y un año para iniciar las obras en las viviendas. “Es habitual que tengamos que rechazar algunas peticiones de reformas o darles un plazo de obra muy largo”, reconocen desde Empresa Nieto. En esta línea, desde el Grupo Antolin indican que “se vivió un bum de demanda de reformas después de la pandemia, que se ha ido estabilizando poco a poco”. Casi un millar de edificios de la ciudad de Ourense están en mal estado El tiempo aproximado para realizar una reforma, según señalan desde Grupo Antolin, es de unos tres meses “si se trata de una reforma integral, la cual conlleva una reestructuración completa del espacio total de la vivienda, que incluye acabados, carpintería interior y exterior, instalaciones de climatización, agua caliente, electricidad y calefacción” y de dos o tres días en el caso de las reformas menores. Santiago Ferreiro, presidente de la Asociación de Empresarios de Construcción de Ourense, señala dos factores clave en este aumento de la demanda: la llegada de los fondos Next Generation con ayudas para rehabilitación, la mejora de la eficiencia energética de las viviendas y la falta de vivienda nueva. “Prácticamente, el 80% de las operaciones de compraventa en la provincia son de vivienda usada que en la mayoría de los casos necesitan rehabilitación”, explica. Mapa | Algunos de los edificios abandonados de Ourense En este sentido, Ferreiro considera que también influye que “el año pasado, en un entorno marcado por el incremento de los tipos de interés, Ourense fue de las escasas provincias donde aumentó la compraventa de vivienda, un 5,6%. Incremento que contrasta con la bajada del 12,4% en la comunidad gallega y del 9,7% en el conjunto de España”. Falta de personal El sector de la construcción no está consiguiendo asumir este bum en la demanda de reformas por la falta de personal. “El principal problema es enfrentarse a la ardua labor de búsqueda de personal cualificado para acometer los trabajos en este sector, sumado a la subida y plazos de entrega de los materiales de construcción”, señalan desde Grupo Antolin. “Es muy complicado encontrar personal, necesito tres trabajadores más y no los consigo”, afirman por su parte desde Gateco Reformas. Los problemas de personal, según la opinión de Grupo Antolin, se producen por el envejecimiento de la población y la falta de relevo generacional, ya que las nuevas generaciones “optan más por puestos en el sector público y no tanto por la empresa privada”. Para Miguel González, trabajador de Edinor, esta escasez de trabajadores se debe principalmente “a que hay gente poco cualificada y con pocas ganas de aprender”. Ferreiro explica que “venimos de firmar el convenio provincial con un salario mínimo de 1.363,12 euros para el año 2024, además de incluir el primer plan de pensiones sectorial y una jornada anual de 1.736 horas”, aunque recalca que la falta de personal no es un problema exclusivo de la construcción, sino que afecta también a otros sectores. 9 arquitectos, 9 edificios, 9 miradas En este sentido, el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del Servicio Público de Empleo Estatal indica que entre las profesiones más complicadas de cubrir en la provincia se encuentran los carpinteros de aluminio, metálico y PVC, los montadores de carpintería, los instaladores electricistas o los conductores-operadores de grúa.