ANÁLISIS

El fin del AVE presagia que se desinfle el suflé

En años como el actual el Gobierno carga el 91% de la inversión sobre las obras del AVE. Pese a que aún queda mucha inversión pendiente, la duda está en saber qué proyectos prepara la provincia para después de la obra del tren.

Los Presupuestos del Estado han traído a Ourense cifras muy importantes, cuando menos sobre el papel. Sin embargo, la mayoría de las partidas van para la alta velocidad ferroviaria, que en años como el actual absorben 463 millones de los 505 previstos para la provincia. Es decir, acapara más del 91% de toda la inversión que el Gobierno central promete invertir este año, aunque solo tenga seis meses para hacerlo, desde julio a diciembre. El problema está en el horizonte presupuestario que va más allá del AVE. Ahora bien, el reto no urge porque, por ejemplo, la variante exterior de la ciudad irá mucho más allá del año 2020.

¿Qué cifra habrá entonces para Ourense cuando haya concluido esta gran infraestructura? ¿Qué pasará en Ourense cuando se desinfle el suflé del AVE? José Manuel Díaz Barreiros, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Ourense, lamenta que "todos los años se presupuestan las mismas cosas, no se ve obra nueva nunca". Y es que el Gobierno central se ha abonado todos los años a meter en los Presupuestos del Estado las mismas actuaciones. La verdad es que lo hace porque no tiene otro remedio, sencillamente porque no las ha concluido o porque ni siquiera las ha empezado. 

Durante los últimos diez años invariablemente se han sucedido las mismas inversiones: la circunvalación norte, el archivo y la biblioteca, el AVE, la depuradora de Ourense, el abastecimiento del agua a Ourense, la circunvalación de O Barco, las autovías A-76 y A-56, la remodelación del Museo Arqueolóxico. Y así sucesivamente. 

Díaz Barreiros pronostica que "a este ritmo de ejecución de los presupuestos e inversión pública tanto nacional como autonómica  destinadas a Ourense en los últimos diez años nuestra provincia ni avanza ni se desarrolla al ritmo del resto de las provincias gallegas". 

En la última parte de la reflexión coincide con Eligio Nieto, presidente de los empresarios de la construcción, quien recuerda que "es cada vez más claro que Lugo nos dobla en inversión del Estado". No siempre fue así, pero hace ya varios años que los indicadores de inversión son claramente favorables a la provincia vecina.

¿Qué proyectos prevén ejecutar en un futuro próximo las instituciones ourensanas que requieran de la aportación presupuestaria de otras administraciones? Por el momento las novedades son pocas. Este año aparece ya dotación para un tramo de la autovía A-76, lo que hace pensar en el comienzo real de las obras. 

Lo hará años después de trámites burocráticos y redacción de proyectos. Este año también se prevén 3,5 millones de euros para la reforma de la plaza de abastos de As Burgas, pero ni siquiera se ha hecho el traslado provisional de los placeros para la Alameda y con ello liberar espacio en el edificio principal para obrar en él. Parece difícil que este año se puedan gastar el dinero reservado, como tampoco fue posible el pasado año, pese a que la concesión de la subvención es del 2015.

Por lo tanto, con el AVE en su tramo final, el auditorio y la biblioteca de San Francisco a punto de finalizar, la depuradora de Reza ya funcionando, ¿qué nuevas inversiones se programarán en años venideros para la provincia? Dificil pronosticarlas a día de hoy. En todo caso, aún quedan cientos de millones que deberán gastarse en la estación del AVE y la de autobuses de la capital, la variante exterior o el desarrollo de las inversiones en las autovías a Lugo y Ponferrada. Estas, quizá por no ser menos que las precedentes, les quedan todavía muchos años sobre el papel antes de que se pueda cortar una cinta inaugural. 

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