El fiscal acusa a un policía de ayudar al impago de multas

El oficial se enfrenta a una petición de dos años de prisión por utilizar a un preso para hacer alegaciones 

El caso se destapó cuando un técnico del Concello de Ourense, el instructor de los procedimientos sancionadores por infracciones de tráfico, alertó de una extraña coincidencia. José Ramón S.R. aparecía identificado como conductor en 10 recursos de alegaciones de otras tantas infracciones de tráfico cometidas en la ciudad entre 2007 y 2011.

Este hecho dio pie a una investigación por parte del Juzgado de Instrucción 3, que comprobó a través de las declaraciones de los titulares de los vehículos propuestos para sanción que ninguno asumía la presentación del recurso. Las alegaciones estaban escritas a mano y en ellas coincidía el formato de expresión y el léxico a la hora de identificar a José Ramón S.R. como conductor y presunto responsable de las infracciones.

El caso dio un giro inesperado cuando la Policía Judicial de Ourense comprobó que el supuesto infractor tenía el don de la ubicuidad: José Ramón S.R. figuraba como conductor en Ourense cuando en ese periodo estaba en una prisión madrileña.

De esta manera, la investigación llegó hasta el oficial de la Policía Local del Concello de Ourense Nemesio G.M., que será juzgado por un delito continuado de falsedad en documento oficial por el cual el ministerio fiscal reclama una pena de dos años de prisión y multa de once meses a razón de 10 euros al día.

Según el fiscal, once titulares de vehículos, que llegaron a declarar como imputados, con relación de parentesco o amistad con el inculpado, requirieron su asesoramiento para que les ayudase a eludir el pago de las multas. Nemesio G.M., según la acusación pública, actuó a nivel particular y remitió a Tráfico 10 pliegos de alegaciones en los que identificó como conductor a una persona que estaba en prisión (el imputado creía que era indigente), totalmente ajena al caso, "estampando en los escritos una firma simulando la del titular del vehículo sancionado". Los investigadores creen que utilizó el nombre de un sin techo para impedir la tramitación de las sanciones al no poder localizarlo.

El ministerio fiscal no acusa a los verdaderos infractores y titulares de los coches multados porque "no consta que tuvieran conocimiento de la presentación por el acusado de los pliegos de alegaciones a su nombre".

El propio policía encausado aseguró que alegó al menos siete de las multas que figuran en el procedimiento penal -no reconoce su intervención en todas- por amistad con los infractores, pero que no recibió ninguna compensación económica por ello.

En cuanto al porqué utilizó el nombre de un preso, el imputado asegura que desconocía esa condición ya que, según dijo, le constaba que era usuario del albergue municipal. Pero Nemesio G.M. sí conocía a José Ramón S.R., con domicilio en Madrid. En la Navidad de 2006, el policía estaba con unos amigos tomando algo en un bar del casco antiguo cuando Ramón entró a pedir limosna. El grupo aprovechó para conversar con él e invitarlo a tomar un pincho. Posteriormente, obtuvo sus datos personales en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid.

El inculpado aseguró en el juzgado que las alegaciones las realizó a nivel particular y que carece de capacidad para estimarlas o rechazarlas.

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