El Ministerio de Fomento contaba con varias alternativas al cierre total de los túneles de A Cañiza, utilizadas en obras de mejora de este tipo de infraestructuras por toda España, pero que en este caso no se plantearon, optando por inhabilitar uno de los pasos.
El ministerio, aduciendo motivos de seguridad, optó por la clausura total durante cuatro meses en sentido Vigo-Ourense, lo que exige un rodeo de 23 kilómetros por el Alto de Fontefría, uno de los puntos negros de la red estatal de carreteras, lo que supone un peligro añadido. Además, exige circular por el centro de A Cañiza, lo que amplía la duración del desplazamiento una media hora más como mínimo, ante los atascos que se forman en el casco urbano, con la velocidad limitada a 50 kilómetros por hora.
La primera posibilidad era abrir el otro túnel en dos sentidos y la velocidad limitada sólo para coches, obligando sólo a los camiones a dar el largo rodeo por el Alto de Fontefría y A Cañiza, pasando por la N-559 y posteriormente por la N-120.
Otra medida descartada por el ministerio fue la colocación de un semáforo para regular el paso por el túnel. El principal problema es que provocaría largas colas, aunque los agentes de Tráfico podrían regularizar la circulación.
El doble carril lento es otra alternativa habitual en las carreteras y autovías que no fue tenida en cuenta: circulación lenta, a 30 por hora, por el interior del túnel en ambas direcciones.
La cuarta posibilidad pasaba por realizar obras sólo de noche, doce horas al día, dejando libre el paso desde la mañana hasta la tarde. Así se prolongaría la actuación, aunque sería más llevadera para los usuarios.
La primera posibilidad era abrir el otro túnel en dos sentidos y la velocidad limitada sólo para coches, obligando sólo a los camiones a dar el largo rodeo por el Alto de Fontefría y A Cañiza, pasando por la N-559 y posteriormente por la N-120.
Otra medida descartada por el ministerio fue la colocación de un semáforo para regular el paso por el túnel. El principal problema es que provocaría largas colas, aunque los agentes de Tráfico podrían regularizar la circulación.
El doble carril lento es otra alternativa habitual en las carreteras y autovías que no fue tenida en cuenta: circulación lenta, a 30 por hora, por el interior del túnel en ambas direcciones.
La cuarta posibilidad pasaba por realizar obras sólo de noche, doce horas al día, dejando libre el paso desde la mañana hasta la tarde. Así se prolongaría la actuación, aunque sería más llevadera para los usuarios.
