Un informe forense concluye que el sospechoso del triple crimen de Burgos, Rodrigo Barrio (19 años), no responde al patrón psicológico de un psicópata y que su inteligencia es normal. Por el contrario, un test psicológico determina que su coeficiente intelectual rebasa el índice 121. La familia del joven que está personada como acusación particular en el caso cree que los estudios están incompletos.
Rodrigo Barrio, el joven de 19 años sospechoso para la Policía de asesinar a sus padres, Salvador Barrio (53 años) y la verinense Julia Dos Ramos (47 años) y su hermano de 12 años en junio del 2004 en Burgos (cuando tenía 16), fue sometido a estudio de personalidad por un un psicólogo y un forense, un análisis que había solicitado la Fiscalía de Menores de Burgos.
El informe forense concluye que Rodrigo Barrio no padece anomalía o transtorno psíquico alguno y descarta que responda a un patrón psicológico de psicópata o de transtorno antisocial. También desecha elementos paranoides de personalidad (celos); lo cataloga como introvertido, pasivo y con baja autoestima y deja constancia de que es consciente de todo lo que hace y que tiene una inteligencia normal.
Por el contrario, el informe psicológico apunta que, después de practicarle un test sobre su capacidad de resolución de problemas, Rodrigo Barrio presenta un coeficiente intelectual superior, de 121 (el coeficiente medio de la población es de 100 y el de un superdotado, 130) y que presenta síntomas asociados a un transtorno de estrés postraumático.
Los cuatro familiares personados en el caso como acusación particular (con el único fin de que se esclarezca, dicen) consideran que este estudio de personalidad es incompleto e impreciso. Por ello, han solici tado a la Fiscalía de Menores que acuerde requeir una nueva prueba pericial psiquiátrica que elaboren profesionales de la materia (psiquiatras) pues el forense que ha hecho el estudio es experto en valoración del daño corporal y debe hacerlo un especialista, dice el abogado de la familia, Adolfo Taboada.
Dos entrevistas El letrado explica para el informe forense se realizaron dos entrevistas al joven y no demasiado densas (unos 65 y 90 minutos cada una de ellas) y que para obtener el perfil sobre las características afectivas de Rodrigo Barrio se entrevistó tan sólo a una tía con la que tiene buena relación y a su novia, lo que no parece metodológicamente correcto pues podría obtener una impresión parcial de la ver dadera personalidad del chico.
Además, Taboada cita que el estudio forense omite el análisis de unos dibujos hechos por el joven y aparecidos en el piso en el que ocurrieron los crímenes como representaciones humanas degolladas (un hombre, un conejo y una imagen de Jesucristo). Nos parece un desacierto que no se le pregunte sobre esos dibujos o, por ejemplo, que no se ahonde en los motivos psicológicos de las relaciones con sus padres, que quedan en el aire, añade.
El informe habla de baja autoestima del joven cuando todos los familiares consultados destacan su gran ego, despotismo y rebeldía, dice Taboada y se remite a un cuaderno de enseñanza de francés donde en cinco hojas aparece su rúbrica; en una, la frase Te kiero matar y, en otra, un No, no quiero.
El informe forense concluye que Rodrigo Barrio no padece anomalía o transtorno psíquico alguno y descarta que responda a un patrón psicológico de psicópata o de transtorno antisocial. También desecha elementos paranoides de personalidad (celos); lo cataloga como introvertido, pasivo y con baja autoestima y deja constancia de que es consciente de todo lo que hace y que tiene una inteligencia normal.
Por el contrario, el informe psicológico apunta que, después de practicarle un test sobre su capacidad de resolución de problemas, Rodrigo Barrio presenta un coeficiente intelectual superior, de 121 (el coeficiente medio de la población es de 100 y el de un superdotado, 130) y que presenta síntomas asociados a un transtorno de estrés postraumático.
Los cuatro familiares personados en el caso como acusación particular (con el único fin de que se esclarezca, dicen) consideran que este estudio de personalidad es incompleto e impreciso. Por ello, han solici tado a la Fiscalía de Menores que acuerde requeir una nueva prueba pericial psiquiátrica que elaboren profesionales de la materia (psiquiatras) pues el forense que ha hecho el estudio es experto en valoración del daño corporal y debe hacerlo un especialista, dice el abogado de la familia, Adolfo Taboada.
Dos entrevistas El letrado explica para el informe forense se realizaron dos entrevistas al joven y no demasiado densas (unos 65 y 90 minutos cada una de ellas) y que para obtener el perfil sobre las características afectivas de Rodrigo Barrio se entrevistó tan sólo a una tía con la que tiene buena relación y a su novia, lo que no parece metodológicamente correcto pues podría obtener una impresión parcial de la ver dadera personalidad del chico.
Además, Taboada cita que el estudio forense omite el análisis de unos dibujos hechos por el joven y aparecidos en el piso en el que ocurrieron los crímenes como representaciones humanas degolladas (un hombre, un conejo y una imagen de Jesucristo). Nos parece un desacierto que no se le pregunte sobre esos dibujos o, por ejemplo, que no se ahonde en los motivos psicológicos de las relaciones con sus padres, que quedan en el aire, añade.
El informe habla de baja autoestima del joven cuando todos los familiares consultados destacan su gran ego, despotismo y rebeldía, dice Taboada y se remite a un cuaderno de enseñanza de francés donde en cinco hojas aparece su rúbrica; en una, la frase Te kiero matar y, en otra, un No, no quiero.
