ADN OURENSANO POR EL MUNDO

Fútbol con ‘chispa' en Shanghái

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photo_camera 'Cote' Iglesias Rodríguez felicita a dos futbolistas durante un entrenamiento en presencia de su ayudante y traductor en Shanghái.

Una oferta de trabajo cambió de un día para otro la vida de 'Cote' Iglesias. El fútbol y Nike lo llevaron a China y allí imparte la materia a más de 150 alumnos entre seis y diez años. Quizás, alguno de sus pupilos pueda ser en el futuro una estrella de este deporte. 

Quizá algún día, un futbolista chino recuerde que llegó a figura mundial gracias a Cote, un entrenador que le enseñó a controlar la pelota, levantar la cabeza y jugarla al pie con la chispa ourensana en un colegio de Shanghái. La historia habrá comenzado en una tarde de agosto de 2015 en la que José Luis Iglesias Rodríguez, conocido por Cote en el mundillo futbolístico, se enteró de una oferta para entrenar en China mientras trabajaba de socorrista con su amigo Álex en el Club Santo Domingo. "En menos de una semana hice una entrevista en inglés y me fui un mes de prueba a un proyecto como profesor de fútbol en un colegio de primaria llevado por Nike, el Gobierno chino y la empresa RS. Tenían 10 vacantes y yo entré en una de ellas".

El fútbol se está implantando en el gigante asiático como asignatura obligatoria en los colegios que lo solicitan al Gobierno y Cote imparte la materia a unos 150 alumnos de entre seis y diez años en una escuela del distrito de Putuo. Por las tardes entrena en una academia de fútbol femenino de alto rendimiento que "está entre las tres más fuertes del país" y el equipo que dirige, el U9, ha conquistado tanto el campeonato de la ciudad como el nacional. "Tres de mis jugadoras entrenan en las categorías inferiores de la selección", comenta con orgullo.

Sus padres, auxiliares de enfermería en la Fundación San Rosendo, le comentan que de pequeño soñaba con ser cura porque vivían en Vistahermosa, cerca del Seminario, pero Cote sólo se ve queriendo ser futbolista. En Cangas se sacó el título de técnico superior en actividades físico y deportivas, en Madrid la licencia de entrenador de fútbol UEFA A, y a 10.329 kilómetros de su casa y de su cama, lo que más añora, este joven nacido en 1991 ha podido dedicarse a lo que más le gusta. "Mi padre se asustó un poco cuando le dije que me iba, pero lo noté tan ilusionado como yo desde el primer momento. Mi madre, como toda madre, no daba crédito y lo llevó algo peor, pero ahora ya se nos hace más normal porque hablamos todos los días y es como si viviésemos en la misma casa", comenta mientras espera que este año lo visiten en Shanghái. A pesar de las videollamadas diarias, la familia y los amigos nunca se dejan de echar de menos y lamenta no ver crecer a sus sobrinos.

"La vida aquí es bastante rápida, sobre todo cuando vienes de un precioso y tranquilo barrio como Vistahermosa y te instalas en una ciudad con más de 26 millones de habitantes. Hay mucha gente, colas, pero en general la población china es feliz y se organiza bien en este pequeño 'overbooking", explica.

La contaminación del aire es el mayor problema que encuentra en su nueva y chocante vida: "Aún me sorprenden infinidad de cosas. La primera es que cuando hace sol la gente sale con paraguas para que no les perjudique la piel y cuando llueve salen en chanclas. Además, respetan poco las reglas de seguridad vial y es peligroso cruzar la calle incluso por un paso de peatones. Otra cosa que me ha sorprendido es el tremendo respeto que hay hacia las personas mayores. A nadie se le ocurre contestarle o reprocharle algo a un anciano y es algo que admiro mucho".

Cote dispone de un ayudante nativo para apuntalar las clases que imparte en inglés, aunque él ya domina la terminología futbolística en chino. "Es de gran ayuda, somos uno", reconoce el mérito de su colaborador como director de equipo. Aunque vive con su novia y cree que le aguarda una larga temporada alejado de casa, no descarta que la próxima aventura sea de regreso. "Como me cambió la vida en una semana, puede suceder otra vez". Quizá alguno de sus pupilos en Shanghái también llegue a ser figura mundial.

“Ourense me sugiere tranquilidad y orgullo"

¿Qué le sugiere la palabra Ourense?

Tranquilidad y mucho orgullo. 

¿Cuál es su rincón preferido?

Mi casa, mi cama y mi perra Cuqui cerca. 

¿Qué echa más de menos?

Siento repetirme, pero mi cama es lo que más echo de menos.

¿Cuál es su garito preferido al que siempre vuelve?

Solíamos ir al París, un bar de vinos en el que hay un gran ambiente. 

¿Cuántas veces piensa al día en Ourense?

Hay días que no tengo tiempo para pensar mucho más que en el trabajo, pero como mínimo leo y veo noticias de nuestra tierra. Me gusta seguir cada fin de semana el fútbol gallego, sobre todo los equipos en los que he jugado. 

¿Volverá?

Actualmente estoy muy contento aquí y adaptado al ritmo y a las costumbres del país. Necesito volver cada cierto tiempo, pero creo que me espera una etapa fuera. Como me cambió la vida en una semana, cuando toque volver a casa será bienvenido.

¿Qué ha aportado Ourense al mundo?

Una ciudad acogedora, bonita y tranquila.

Aunque es joven, ¿dónde le gustaría ser enterrado?

Es la primera vez que tengo que pensar en esto. ¿Podríamos dejarlo para la próxima? 

Pregunta de quesito. ¿Cuántos puentes tiene la ciudad?

Cinco puentes principales, que yo cuente. 

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