ENTREVISTA

Secundino Vázquez: "El gobierno de lujo que tiene España cuesta mucho dinero a los ciudadanos"

Ourense. 12-09-17. Local. Entrevista a empresario en Houston
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El empresario Secundino Vázquez.

Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, cruzó el Atlántico para trabajar con un familiar en la venta de muebles en México y luego dio el salto a Houston donde abrió una financiera de automóviles y compró una cadena de televisión para los latinos de la ciudad

En 1957, los frailes de Ribadavia pasaron por Gomariz y se fijaron en Secundino Vázquez, un crío de diez años huérfano de padre. El niño acabó ingresando en el seminario franciscano de Herbón, donde el religioso Manuel Sucasas se tornaría fundamental, como apoyo y después logrando que entre en un programa que lo llevará, con 15 años, a Alemania para estudiar y formarse en la General Motors. Tras pasar por la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, y convencido de que "si te preparas se te abren las puertas del mundo", cruza el Atlántico rumbo a México, donde se lanza a trabajar con un familiar en la venta de muebles. Empujado por el éxito y viendo asomar "el sistema corrupto", terminará dando el salto a EEUU. En Houston abre una financiera de automóviles y compra una cadena de televisión para los latinos de la ciudad que, asegura, "me da más satisfacciones que dólares". De vacaciones en Ourense, si se le pregunta por su balance vital "destacaría que he superado todas las metas que me he propuesto en mi vida".

¿Más estadounidense, gallego o mexicano?

Soy gallego-mexicano y estadounidense. Tengo mi corazón compartimentado (risas). Vivo actualmente en Texas y me siento consternado por lo que están viviendo mis hermanos de México. Familia y amigos me han llamado para decirme que están bien y eso me alivia, pero me siento muy triste por tantas familias que han quedado rotas y desoladas, por tanta gente que lo ha perdido todo...Recién salimos del huracán que tanto daño hizo en Houston y ahora este terremoto en México DF. Es muy triste, pero quizás sirva para que Donald Trump vea la calidad de mis hermanos mexicanos y cambie su forma de verlos y tratarlos. Tanto en Houston como en México la solidaridad del pueblo mexicano ha quedado patente. Quisiera pedir desde aquí todo el apoyo internacional. Todo esfuerzo que se haga por ayudarlos es poco. Hay que sacar a Mexico adelante después de esta catástrofe. El pueblo mexicano lo merece.

Usted es una persona muy valorada en Houston.

Así es y me siento muy honrado por ello. Soy mexicano-gallego y norteamericano y tengo la satisfacción de vivir en la ciudad más multicultural e integradora de EEUU, por encima de Nueva York. El gobierno de Houston está haciendo un gran trabajo desde hace años y me siento muy orgulloso de formar parte de su núcleo de empresarios. Ahora estamos pasando un momento sensible debido a los destrozos que ocasionó el huracán Harvey, pero en breve partiré hacia allí para ponerme al frente de mis empresas y colaborar en su recuperación.

¿Cómo consiguió que su cadena TDH entrase en el top 10 de las emisoras de la ciudad?

Con entusiasmo, dedicación e invirtiendo dólares en tecnología y personal comprometido. A principio de los 80 me entró el gusanillo trabajando en deportes en un canal mexicano. Ese fue el principio. Años después, en el 2006 una empresa puso en venta el canal en Virginia, lo compré y me lo llevé a Houston. Por mi canal han pasado cantantes y actores hispanos reconocidos internacionalmente. TDH es un canal referente para los latinos y eso me causa una gran satisfacción además de orgullo por el trabajo bien hecho. Es la voz de la actualidad y de la gente latina de Houston.

Y hablando de latinos. ¿Qué opina de las decisiones de Trump?

El señor Trump se equivoca mucho y con demasiada frecuencia. Los emigrantes mexicanos han ayudado a levantar el país y lo van hacer de nuevo en Houston igual que lo harán en México con merecida solidaridad. Mis hermanos mexicanos son grandes trabajadores, humildes y luchadores. Son mano de obra necesaria y al sistema le conviene que estén indocumentados pero los migrantes mexicanos merecen un gran respeto y admiración.

¿Cómo le fue a usted en México?

Allí descubrí lo blanco y lo negro, y me demostré que con apoyo o sin él podía salir adelante. Lo más fácil habría sido derrumbarse ante la adversidad pero me apliqué en el trabajo convencido de que el mañana sería mejor que el hoy. Pasé muchos años luchando solo para conseguir superar todas mis metas, llegando a montar una cadena de distribución de muebles con catálogos hechos a mano por mí De aquellas no había diseño gráfico ni imprentas para hacer folletos a todo color (risas). Todo fue bien a base de esfuerzo pero unos años después vi que la corrupción amenazaba el sistema y decidí dejar aquello y marchar a los Estados Unidos, donde vivo felizmente.

Y hablando del sistema, ¿viene con ganas de invertir en España?

No, en absoluto. Ahora mismo no pienso invertir en España. Me parece arriesgado. Este país tiene un Gobierno de lujo y los gobiernos de lujo cuestan mucho dinero a los ciudadanos. La productividad española no alcanza para alimentar tantos gobiernos como tiene este país. Yo llevo muchos años trabajando muy duro para salir adelante y no voy a contribuir a mantenerlos tan ricamente. Recuerdo en los años 70 el auge de Vigo y Ourense con dinero que venía de los emigrantes. Ahora el Gobierno machaca a los ciudadanos con impuestos desproporcionados y no respeta a los emigrantes. Así me niego a invertir ni un euro. Tienen que cambiar mucho las cosas. Ahora mismo el Gobierno gasta más en administrar que en servicios para la ciudadanía y eso es muy grave. Gastan más en ellos que en los ciudadanos y eso no puede ser.

¿Se queda entonces con el sueño americano?

Por supuesto. Es dulce y amargo, pero motivador. Lo amargo es que tienes que abandonar tu cultura, tu familia, tu paz y tu tranquilidad porque al cruzar el Atlántico lo primero a lo que te ves abocado es a cuidar tu vida y tu alimentación, porque nadie te da ni un dólar para comprar una lechuga. Lo dulce es que con el esfuerzo y la dedicación de la garra gallega consigues los bienes materiales que te permiten sacar a tus hijos adelante y disfrutar de la vida. No es fácil pero nadie dijo que lo fuera, solamente hay que luchar sin tregua, sin decaer. Es un sueño posible. 

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