El alcalde reclama "altura de miras", y PSOE y OUeC piden más medidas y escuchar a colectivos
La ordenanza antibotellón parece que traerá cola, como advertía este martes este periódico, ya que gobierno y oposición han vuelto a chocar en este punto, y hoy se verán las caras en una reunión en la que intentará arrojar algo de luz sobre la prohibición de esta práctica tan nociva para la salud como molesta para vecinos, en este caso del Casco Vello, nuevo centro neurálgico.
El alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, volvió a reafirmar este martes su compromiso para erradicar el consumo de alcohol de las calles ourensanas, mientras desde PSOE y Ourense en Común mostraron sus reticencias, los primeros acusándolos de "esquecerse" de la prevención y la educación, y los segundos criticando la "opacidade" y pidiendo que se incorpore en la negociación a más entidades.
Jesús Vázquez pidió "altura de miras" a la oposición para resolver este grave problema de convivencia ciudadana y salud pública que "non aporta nada a esta cidade", y considera que las actitudes "ambiguas" solo tienen por objetivo "enredar e non avanzar" ante las demandas ciudadanas. "Aquí non se debe misturar a política, hai que escoitar a todos e seguro que se poden modificar algúns puntos, pero algo teño claro: botellón, non".
"Escusas" y "olvidos"
Así, cree el regidor que todo lo que sea dilatar los plazos son "escusas" y que si no quiere avanzar "deberíano explicar e asumir a súa responsabilidade".
Y todo esto, en respuesta a las críticas que lanzaba el PSOE en este periódico ayer ante la gestión del botellón por parte del gobierno local. Y los socialistas se reafirmaron y se reivindicaron como "o único partido que plantexou inciativas para frear este fenómeno". Así, reconocieron el botellón como "problema clave", pero piden al gobierno municipal "sensibilidade política" y un "plan de acción social e educativa".
Dicen en el PSOE que el borrador de la ordenanza "se esquece de fomentar a prevención e a educación", y que no recoge "compromisos necesarios para facela cumprir". Y ante esto, exigen compromisos "claros e notables" con uno de los planes que ellos propusieron y al que el Concello se quiso adherir, el "Youth in Europe", un programa islandés para prevenir el consumo de alcohol entre jóvenes. De momento, solo ven "desidia".
Y a este cruce de reproches se incorporó ayer Ourense en Común, criticando que las reuniones sobre la ordenanza se hicieran "en exclusiva e a porta pechada" solo con los grupos de la corporación. La marea ha remitido un escrito al Concello para pedir "escoitar a todas as partes" y "abrir o debate" a colectivos juveniles, colegios profesiones y asociaciones de padres. Creen que solo así se pueden "recoller todas as sensibilidades" y hacer una "norma efectiva" que no sea simplemente sancionadora.
