Una barquense de 66 años, Virginia Gómez Trincado, fue golpeada ayer hasta tres veces en la cabeza con un mazo de goma como los que se usan en las obras, con el único objeto de robarle el bolso. Como consecuencia de la agresión, los sanitarios del Hospital comarcal Valdeorras le apreciaron un desgarro y le aplicaron varios puntos de sutura. A su vez, el autor del atraco, se llevó un botín estimado en 1.100 euros.
Los hechos ocurrieron a las 6.00 horas de ayer, cuando la mujer salió de la casa de su hijo, en la calle Ramón y Cajal, y se dirigía a abrir el bar 'Bambú'. El local está situado en la avenida Eulogio Fernández, a escasos 100 metros de la vivienda. La propia víctima, que ayer por la tarde volvía a estar al frente del negocio que dirige desde hace 28 años, explicó los hechos. 'Nada máis abrir a porta deume o primeiro golpe. Despois outro e outro máis. Só dixo unha palabra: Bolso. Entón, entregueillo. Se mo dice antes, doullo, pero ensañouse. O lóxico sería que me pasara no bar, pero aquí nunca tiven problema. Isto fíxomo a min e pode facerllo a calquera', asegura Virginia Gómez.
Después de la agresión, la empresaria recorrió unos 50 metros para pedir ayuda a su hija, que reside en la misma calle Ramón y Cajal, dejando un reguero de sangre por la acera. Después, acudió al Hospital comarcal Valdeorras, también ubicado en la zona. Según la descripción de la víctima, el asaltante actuó encapuchado y con el rostro cubierto por un trapo de color blanco. Bajo de estatura, por su acento podría ser de origen sudamericano y esta es la hipótesis con la que trabajan los agentes de la Guardia Civil.
Después de la agresión, la empresaria recorrió unos 50 metros para pedir ayuda a su hija, que reside en la misma calle Ramón y Cajal, dejando un reguero de sangre por la acera. Después, acudió al Hospital comarcal Valdeorras, también ubicado en la zona. Según la descripción de la víctima, el asaltante actuó encapuchado y con el rostro cubierto por un trapo de color blanco. Bajo de estatura, por su acento podría ser de origen sudamericano y esta es la hipótesis con la que trabajan los agentes de la Guardia Civil.
