REPORTAJE

La gran Maga de los cuentos

photo_camera Rita sostiene el libro frente a Maga, mientras las niñas esperan comenzar la actividad.

Maga es una perra sin pedigrí, pero con mucha paciencia y una labor que cumplir. La Biblioteca Nodal acoge talleres de lectura para que los niños lean en voz alta a Maga y adquieran así seguridad en sí mismos y confianza. 

Maga es una persona versada en la magia o que la practica y la magia es el encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo. Eso dice la Real Academia de la Lengua. Maga es la mujer a la que no había que plantearle la realidad en términos metódicos. Eso dice Julio Cortázar en su Rayuela.

Pero la Maga de esta historia de palabras y libros, aunque tiene encanto no es una persona y aunque tiene su realidad no es una mujer. Es una perra de origen más bien desconocido, recogida siendo un cachorro, con una mirada tranquilizadora y que gusta a los niños. Eso dicen Rita, etóloga y dueña del animal, y Marta, educadora social, ambas responsables del taller de lectura con perros, para niños de entre siete y diez años, que arrancó ayer en la Biblioteca Nodal y que tendrá su continuidad los próximos tres sábados.

"Turid, el hada de los perros" es el título del libro cuya lectura compartieron las seis niñas del primer turno con la perra Maga."Ha sido un poco raro", dice Esther de siete años, aunque asiente a la pregunta de si le gustaría volver. Y es que una a una, las seis niñas fueron quedándose a solas frente a Maga, eligiendo dónde sentarse: en el cómodo cojín o en el duro suelo. Las dos primeras no lo dudaron: en el suelo. Y comenzaron a leer la historia de dos hermanas y sus tres perros y su abuela.

Maga escuchaba atenta, esperando alguna caricia, la cual, en el caso de la primera lectora, Clara, de once años, apenas se hizo notar. "Me ha gustado, ha estado bien", asentía tímidamente, y contestaba a las preguntas de Rita, la etóloga o lo que es lo mismo la veterinaria especialista en comportamiento. "Es algo diferente", aseveraba.

El objetivo de estos talleres es que los niños, en primer lugar , lean y que les guste la lectura, pero luego se trata de que "tengan más seguridad en sí mismos, que adquieran confianza para hablar en público, que estén tranquilos, relajados y se sientan seguros en un futuro para hablar y comunicarse en voz alta", explica la educadora social, Marta.

Labor

La dueña de Maga, que parece conocer a la perfección su labor, matiza que "queremos que lean con calma, que nadie las corrija, que lo hagan mirando a la perra", aunque añade que "está siendo poco tiempo y parece que a las niñas les está costando un poco contactar con ella, integrarla mientras leen, acariciarla, pero poco a poco. Tienen que sentirse cómodas y hacer lo que quieran". Pero la pequeña Esther deja claro que "yo la acaricié mientras leía".

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