El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, repasó la situación de la alerta por sequía de la provincia
El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, repasó la situación de la provincia, en alerta por sequía desde septiembre y "lejos de volver a la normalidad". Sobre otra de las preocupaciones, el estado del Barbaña, asegura que es una prioridad.
Después de 18 meses muy complicados, parece que diciembre y enero nos daban un respiro pero sin lanzar las campanas al vuelo.
Diciembre fue en términos relativos un buen mes, llovió más de lo normal pero veníamos de 18 meses muy malos. Estamos en una situación bastante mejor que el año pasado pero no estamos todavía en normalidad, estamos lejos porque en Galicia lo normal es que llueva y en enero, las dos primeras semanas, llovió algo pero las borrascas siguen pasando muy al norte.
En la última reunión de la Oficina Técnica de la Sequía decidían no levantar la alerta por sequía.
Hoy tenemos más agua embalsada pero los caudales circulantes de los ríos no regulados o que tienen muy poca regulación están todavía muy por debajo de lo normal. El río Lonia lleva muy poca agua, el Limia ahora lleva ya algo pero mucho menos de lo que debería.
Uno de los condicionantes más importantes es el estado de los acuíferos de la zona de A Limia.
Los acuíferos se han recargado, estaban mal porque llevábamos muchos meses sin llover. El subsuelo de la chaira de A Limia es muy arenoso, se empapa con las lluvias y prácticamente ahora está bien, lo que pasa es que se necesita que siga lloviendo para que esa agua llegue al río y esas aportaciones hagan que circule con normalidad.
¿Qué nos dicen las predicciones a corto plazo?
Las predicciones nos decían que este fin de semana iba a caer agua pero parece que van a peor y de aquí a final de mes no esperamos grandes precipitaciones. Esperemos que febrero mejore, la Agencia Americana nos dice que va a ser un mes un poco mejor de lo normal.
Se mantiene la alerta por sequía y por lo tanto los consejos.
Los consejos de la Confederación y de todas las administraciones porque también el Concello de Ourense ha puesto en marcha alguna campaña de uso responsable de este recurso, es más, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente al que pertenecemos todas las confederaciones hidrográficas, acaba de lanzar también una campaña comparando el uso de internet con el uso del agua, ¿si nos faltaran las dos cosas qué echaríamos de menos? Yo creo que sin duda el agua pero estamos tan acostumbrados a tenerla que no la valoramos. Ojalá que, aunque salgamos de esta situación, nos demos cuenta de que el agua es un recursosescaso y que hay que racionalizar.
En la ciudad, lo que despista un tanto a los vecinos es que a unas determinadas horas el río cubre las termas y a otras el cauce baja considerablemente.
El río Miño y el río Sil son quizá los más regulados del Estado para el aprovechamiento hidroeléctrico, con empresas que dentro de su concesión pueden turbinar según las disponibilidades de agua. Los embalses están mucho mejor que el año pasado, siete puntos por encima pero diez por debajo de la media de los últimos 15 años, que es lo que entendemos por normalidad. Todos sabemos que la energía está cara y estarán aprovechando para turbinar, dentro de su concesión lo pueden hacer.
¿Hay un control por parte de la Confederación Hidrográfica sobre lo que se turbina?
Por supuesto, tenemos un sistema automático de información de caudales. Cada concesión de aguas tiene que tener un contador que registra cada metro cúbico que turbinan.
Uno de los retos a los que se enfrenta la Confederación en Ourense es el río Barbaña y las condiciones en las que se encuentra. ¿Cómo afrontan su cuidado?
El río Barbaña no está en buen estado, primero, porque su cauce no es natural, canalizado prácticamente todo el tramo urbano. Luego tenemos el problema del agua, es un río que tiene mucha presión urbana, numerosa población en su entorno, polígonos industriales y, además, depuradoras que están vertiendo. La mejora de la calidad del agua del Barbaña pasa por mejorar notablemente las condiciones de la depuradora del polígono de San Cibrao. Hoy los parámetros del vertido están dentro de la concesión pero tenemos que ser más exigentes y queremos ampliarla. Otra cuestión es ese aspecto morfológico al que me refería antes. Es muy difícil que el río sea natural por esas condiciones.
¿Dejaremos de ver entonces esos episodios tan habituales de vertidos y espuma?
El Barbaña puedo asegurar que es una prioridad para la Confederación. Vamos a celebrar nuestro décimo aniversario en marzo y nuestra prioridad es precisamente el Barbaña, hacer todo lo posible para que no solamente no empeore sino que mejore.
