Es la infracción más representativa en la ciudad con el doble de denuncias con respecto a las villas
La Comisaría de la Policía Nacional, los cuarteles de la Guardia Civil y policías locales, en menor medida, registraron en lo que va de año un media de cinco denuncias al día por hurtos (robos sin violencia). Algo más de 1.200 en los ocho primeros meses de este año, la mitad de ellos en la ciudad. A pesar de esta incidencia, este delito contra el patrimonio descendió con respecto al mismo periodo del pasado año, con una media de seis denuncias al día.
Los establecimientos comerciales, sobre todo locales de hostelería, supermercados y tiendas de ropa, son los escenarios con más incidencias. De hecho, según informes policiales, los comercios ourensanos están en la media gallega: 2,89 hurtos por 1.000 habitantes, teniendo en cuenta los casos contabilizados el pasado año por el Ministerio del Interior (la media nacional fue de cinco por 1.000 habitantes).
La ropa de verano (es más fácil de ocultar y la mercancía se renueva con frecuencia), productos de estética, accesorios para los móviles, bebidas alcohólicas o pequeños electrodomésticos son algunos de los productos que, a juicio de la Policía Nacional, presentan un mayor riesgo de sustracción. Asimismo, periodos como las rebajas, en las que se concentra más clientes en un local, actúan como un factor de riesgo. El verano es otro más por la mayor afluencia de personas foráneas.
En lo que va de año, sólo el 24,6% de los hurtos se esclarecieron. La reforma del Código Penal del año 2015 estableció que el delito de hurto de una cantidad que no exceda los 400 euros se castiga con multa, mientras que en caso de que supere esa cifra la pena sería de uno a tres años de prisión.
