Los vecinos de Seixalbo disfrutaron de su tradicional desfile y de baile y de música hasta que el cuerpo pudo aguantar
Aún con la resaca de tanta festividad y de la comida de fraternidad del pasado domingo, los vecinos de Seixalbo no se dejaron intimidar ni por nubes, ni por gotas de agua, y salieron a la calle para tener su particular desfile de Entroido.
No todos los días del año hay ocasión de ver por el pueblo a Paquita y Nicanor, así que cuando deciden visitar a sus vecinos en las fechas entroideras, estos se lo agradecen comportándose como grandes anfitriones.
El desfile salió desde Os Barreiros, precisamente desde la plaza que lleva el nombre de los dos ilustres vecinos para ir dando el remate final con una actuación de comparsas.
Y es que la tradición en Seixalbo ya establece que el martes, antes de entrar en el riguroso luto de la pena del entierro, hay que "troulear" al máximo.
Por ello, además de bailar hasta que los pies ya no pueden más, también se procede la quema de los Mecos y al ritual de entrega para el próximo año. Porque eso sí que lo tienen claro, que el próximo año habrá más y mejor. n
