El Juzgado de Instrucción 3 le había impuesto la prohibición de acercarse a su exmujer y sus dos hijas a menos de 500 metros así como comunicar con ellas.
El exguardia civil Luis G.G., de 46 años, imputado en un procedimiento penal por incendiar el piso de Río Tuño, en O Vinteún, en el que vivía su exesposa e hijas en marzo de este año, aprovechando que no estaban en casa, además de un delito de maltrato, fue juzgado ayer en el Penal 1 por quebrantamiento de medida cautelar en tanto que, según la fiscal, no respetó la prohibición de acercarse a las víctimas que le impuso el juzgado cuando salió de prisión provisional (estuvo encarcelado entre el 2 de marzo hasta el 29 de abril de este año).
El Juzgado de Instrucción 3 le había impuesto la prohibición de acercarse a su exmujer y sus dos hijas a menos de 500 metros así como comunicar con ellas.
Para el debido control de la medida cautelar decretada, en sustitución de la prisión en su día acordada, se le colocó una pulsera con el fin de garantizar la integridad de las personas protegidas. Según la acusación, el inculpado deambuló cerca del colegio de su hija pequeña, por la zona de trabajo de su exmujer, la vivienda de la familia y hasta por el lugar de trabajo de su hija mayor. También dice que Luis G.G. le hizo llegar un mensaje a través de un hermano referido a una transferencia de unos vehículos.
La fiscal interesó ayer una pena de nueve meses de prisión por quebrantamiento de medida cautelar.
Asimismo, Benjamín Constantino L.F. fue acusado ayer de un delito de quebrantamiento de condena por supuestamente enviar mensajes de texto a C.C.C. a través de una sobrina de ambos en noviembre de 2014. La fiscal le pidió 10 meses de prisión.
