El juez que investiga el caso les tomó declaración por un presunto delito de tentativa de homicidio.
La madre, el novio de ésta, los padres de éste, los abuelos maternos, la bisabuela y una octava persona que frecuentaba la casa presentaron ya declaración como imputados en el caso de un bebé de 10 meses que el 22 de marzo ingresó inconsciente y con graves lesiones en la UCI Pediátrica del CHUO.
El juez que instruye el caso por un presunto delito de tentativa de homicidio, Leonardo Álvarez, culminó ya la ronda de interrogatorios tendentes a aclarar por qué el niño ingresó en el hospital en estado muy grave . Pero también pretende aclarar cómo se produjeron otras antiguas lesiones -fracturas, principalmente- que revelaron las pruebas diagnósticas (radiológicas) efectuadas por los médicos con motivo de la hospitalización.
Los rastros de fracturas en las extremidades inferiores, costillas y vértebras han dado un giro al caso ante la sospecha de que el bebé pudo haber sido víctimas de varios episodios de maltrato y no de uno ocasional.
En un primer momento, el instructor del caso, tras recibir en su guardia el informe de los médicos de Urgencia que vieron al niño y que observaron lesiones compatibles con episodios de maltrato físico, decretó como medida cautelar el alejamiento del novio de la madre. El fiscal que asistió a la declaración había reclamado la prisión preventiva. Fue la actual pareja de la progenitora quien condujo al pequeño al hospital porque éste había perdido la consciencia debido a un edema cerebral, aunque también presentaba una costilla rota. Según declaró ante le juez el imputado, él mismo había intentado reanimar al bebé.
Paralelamente a la vía penal, la Fiscalía de Menores activó el protocolo de protección para interesar que la Xunta asumiera la guarda y custodia, haciéndose cargo del bebé la Consellería de Benestar. Pero toda vez que los informes médicos avalan que el pequeño presentaba lesiones antiguas, el juez optó por ampliar la orden de alejamiento a la madre del niño.
El magistrado incorporará a la instrucción pruebas de carácter clínico para confirmar o descartar que el bebé padece osteogénesis imperfecta (la enfermedad de los huesos de cristal), un trastorno genético que se caracteriza porque los huesos de las personas que lo padecen se rompen con facilidad, luego de sufrir un traumatismo mínimo.
