CASA DO PULPO

El incendio en la zona de vinos impide abrir otros tres locales

Los peritos supervisarán hoy el edificio donde se ubica la Casa do Pulpo para comprobar daños, mientras los vecinos, realojados por el Concello o familiares, aguardan para volver a sus casas

El fuego originado en la cocina del restaurante y tapería la Casa do Pulpo no sólo obligó a desalojar por un tiempo aún indeterminado a una docena de vecinos de los pisos altos del edificio donde se ubica el local y los colindantes, sino que también dañó los establecimientos cercanos, llegando a afectar a dos bares y taperías de la rúa dos Fornos; uno de ellos, el Baiuca, no abrió el sábado ni ayer, debido al intenso olor a humo y a la suciedad que generó el incendio en su establecimiento. El otro, Acio, podía abrir el sábado, al menos así se lo comunicaron los bomberos, pero el humo aconsejó no hacerlo, aunque ayer apuraba las labores de limpieza para abrir por la tarde.

Patios de luces e interiores, dentro de esa manzana que forma la calle con la de Juan de Austria, donde se ubica el local quemado, propagaron el humo sin control, aunque la rápida acción de los bomberos evitó que los daños, en unos edificios antiguos, de estructuras de madera, fuesen mucho mayores.

Por ello, un día después del siniestro, los bares colindantes buscaban la forma de volver a la normalidad entre fregonas y paños de limpieza, mientras los vecinos -realojados en un hotel, en una planta del Hogar del Transeúnte y con familiares- se disponían a esperar a los peritos para conocer el estado de sus viviendas y en un establecimiento vecino de la Casa do Pulpo, "Novedades las Acacias", se afanaban en ordenar el local, donde aún no tienen luz, aunque no podrá reabrir por un tiempo. El propietario de la tienda de "souvenirs", José Ramón Blanco Cardoso, explicó que a su establecimiento no llegaron las llamas, pero "tengo toda la mercancía cubierta de hollín" y "tanto las paredes como el techo están completamente negras" a causa del humo propagado por los conductos, el falso techo y el patio interior que comunica los establecimientos de la manzana. Blanco Cardoso lamentó las pérdidas que el incendio le supondrá "porque no nos está permitido abrir al público hasta que el arquitecto lo permita". En este sentido, hizo referencia a que "tuve que avisar de que me dejasen de enviar prensa hasta nuevo aviso y tendré que devolver lo que me ha llegado hoy, para que me lo abonen".

Este comerciante recibió la noticia de lo que estaba ocurriendo por una llamada en la "que me decían que mi local estaba ardiendo y si no podía acudir a abrir la puerta, la derribarían". Le entró el miedo en el cuerpo y acudió rápido al lugar de los hechos para permitir la entrada de los bomberos: "Me dio pena que el fuego arrasase con la Casa do Pulpo, pero en cierto modo sentí alivio al ver que en mi tienda no había más que humo".

Los peritos supervisarán hoy los daños en el establecimiento quemado, en los colindantes y también en las viviendas superiores, para conocer el alcance de los daños, aunque los bomberos ya aseguraban el sábado que hay planchadas y escaleras afectadas, especialmente al tratarse de edificios de antigua construcción.

Pero, además, el fuego ha puesto nuevamente de relieve el peligro de sucesos de este tipo en el casco histórico, con calles estrechas, de muy difícil acceso para vehículos de emergencias y donde también se concentra un buen número de terrazas, al ser zona de vinos y de tapas. Y todo ello, entre edificios en muchos casos de débil estructura por su antigüedad y materiales.

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