La incontinencia urinaria provoca múltiples consecuencias físicas, como problemas de piel o infección de orina, pero también un importante deterioro de la calidad de vida
Los profesionales de la Unidad Funcional de Incontinencia del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) instan a los pacientes que sufren incontinencia urinaria a acabar con los falsos mitos o reparos para procurar ayuda médica y soluciones a la patología. Así lo hacen con motivo de la conmemoración de la Semana Internacional de la Continencia.
A pesar de las falsas creencias, la incontinencia afecta tanto a mujeres -como complicación derivada del embarazo y del parto- como a hombes, sendo en su caso una complicación común del tratamiento quirúrgico sobre la próstata o la uretra, especialmente en la prostatectomía radical, afectando a alrededor del nueve por ciento de los pacientes operados.
No afecta exclusivamente a peronas de avanzada edad, aunque son los más aquejados. De hecho, es el 60% de los mayores de 60 años, de ambos sexos, el que representa una alta incidencia en la provincia, teniendo en cuenta que el 30% de la población tiene más de 65 años. Sin embargo, solo cuatro de cada diez se atreven a consultarlo, debido especialmente al reparo o vergüenza, asumiéndolo como una consecuencia "normal" del envejecimiento. Por eso, la incontinencia está todavía poco diagnosticada y tratada en Ourense, según explicaron desde el CHUO.
La incontinencia urinaria provoca múltiples consecuencias físicas, como problemas de piel o infección de orina, pero también un importante deterioro de la calidad de vida, como la pérdida de autoestima, depresión o cambio de hábitos diarios para evitar ciertas actividades. Según los profesionales, "la clave está en realizar una adecuada valoración, ya que no es lo mismo la pérdida por esfuerzo que por urgencia, pudiendo coexistir ambas".
