Siete inspectores de la Consellería de Sanidade vigilarán el cumplimiento de la nueva ley antitabaco en la provincia, que prohíbe fumar en todos los espacios cerrados, incluidos bares, restaurantes, discotecas y clubes de alterne, además de los recintos de los hospitales, colegios de enseñanza y parques infantiles.
Los técnicos realizarán inspecciones a diario, bien por iniciativa propia o tras recibir denuncias de las fuerzas de seguridad o quejas de los ciudadanos. A los infractores (fumadores y dueños de locales) les será abierto un expediente, que finalizará con sanciones que van desde los 30 hasta los 100.000 euros, dependiendo de la gravedad de los hechos, si es reincidente, según dio a conocer el Ministerio de Sanidad.
Ayer era el primer día laborable de la aplicación de la nueva legislación, que en la provincia de Ourense no dejó incidencias, salvo las que protagonizaron algún que otro despistado, que, por costumbre, encendió un cigarrillo cuando tomaba algo en un bar, pero lo apagó inmediatamente al darse cuenta o ante la recriminación del camarero. El encendido de pitillos sin darse cuenta en los bares provocó múltiples llamadas telefónicas en la Guardia Civil, Policía Nacional e incluso el Servicio de Emergencias 112 para advertir del incumplimiento de la legislación antitabaco. Sin embargo, según datos ofrecidos por la Consellería de Sanidade, ninguna de las llamadas terminó en denuncia o la apertura de un expediente sancionador.
EN ESPAÑA
La situación no fue igual en el resto del territorio nacional, dado que la Federación de Consumidores y Usuarios (FACUA) recibió 311 quejas de toda España por incumplimiento de la ley antitabaco en sus primeras 24 horas de vigencia. El colectivo presentó una denuncia contra un bar de Sevilla que no ha puesto carteles con la prohibición y sigue vendiendo cigarrillos a menores, según su portavoz, Rubén Sánchez. Ninguna de las quejas procedía de Ourense.
Entre las situaciones excepcionales que se han registrado a lo largo de las últimas horas, destacó la realizada por un asador de Marbella que ha colocado carteles en la cristalera del establecimiento anunciando que no aplicará la ley.
En Vigo, la Policía Local, alertada por una persona que vio como se incumplía la norma en la parroquia de Beade, respondió a ese requerimiento, pero cuando acudió ya no puedo corroborarlo.
Ayer era el primer día laborable de la aplicación de la nueva legislación, que en la provincia de Ourense no dejó incidencias, salvo las que protagonizaron algún que otro despistado, que, por costumbre, encendió un cigarrillo cuando tomaba algo en un bar, pero lo apagó inmediatamente al darse cuenta o ante la recriminación del camarero. El encendido de pitillos sin darse cuenta en los bares provocó múltiples llamadas telefónicas en la Guardia Civil, Policía Nacional e incluso el Servicio de Emergencias 112 para advertir del incumplimiento de la legislación antitabaco. Sin embargo, según datos ofrecidos por la Consellería de Sanidade, ninguna de las llamadas terminó en denuncia o la apertura de un expediente sancionador.
EN ESPAÑA
La situación no fue igual en el resto del territorio nacional, dado que la Federación de Consumidores y Usuarios (FACUA) recibió 311 quejas de toda España por incumplimiento de la ley antitabaco en sus primeras 24 horas de vigencia. El colectivo presentó una denuncia contra un bar de Sevilla que no ha puesto carteles con la prohibición y sigue vendiendo cigarrillos a menores, según su portavoz, Rubén Sánchez. Ninguna de las quejas procedía de Ourense.
Entre las situaciones excepcionales que se han registrado a lo largo de las últimas horas, destacó la realizada por un asador de Marbella que ha colocado carteles en la cristalera del establecimiento anunciando que no aplicará la ley.
En Vigo, la Policía Local, alertada por una persona que vio como se incumplía la norma en la parroquia de Beade, respondió a ese requerimiento, pero cuando acudió ya no puedo corroborarlo.
