NATURALEZA

El jardín de setas del Campus

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photo_camera El técnico en jardinería del Campus, José Manuel Pérez Rodríguez, con una de las primeras variedades que maduró.

"Fungos na Lonia" es el nuevo espacio verde del Campus de Ourense. El técnico de Medio Ambiente, José Manuel Pérez Teijeiro, fue el encargado de diseñar el espacio en un área antes ocupada por chopos, que fueron talados.

Misterio resuelto. Los tocones de los chopos talados en Ponte Lonia sirven de base para el cultivo de setas. "Había mucha especulación. Algunos pensaban que eran colmenas", indicó el técnico especialista en jardinería y zonas verdes del Campus de Ourense, José Manuel Pérez Teijeiro. Su objetivo es crear un jardín de setas, bautizado ya como "Fungos na Lonia", en la superficie de 3.500 metros cuadrados ocupada anteriormente por 32 chopos de más de veinte años, talados tras la petición de un vecino que construyó un chalet en la parcela contigua. "Nos comunicó que le molestaban. Lo consulté y comprobé que los chopos sí estaban dentro del Código Civil, pero me enteré que en Ourense existe una ordenanza que regula la situación de las frondosas y que daba un plazo para quitarlos", explicó Teijeiro.

Tras consultar la situación con Vicerrectoría, tomaron la decisión de cumplir la normativa local y crear un nuevo espacio. "A todo esto, comprobé que en uno de los chopos eliminados anteriormente salía una seta (Pleurotus) y se me ocurrió la idea de inocular setas", destacó. Una experiencia nueva para este trabajador, que lleva 22 años encargándose de la supervisión y mantenimiento del las zonas verdes del Campus. Para ello, utilizaron en su mayoría setas susceptibles de ser encajadas en la madera de los chopos. "Una de las características que quise plantear es que hubiese colorido por lo que utilizamos setas de distintos colores como la Pleurotus salmoneos-stramineus, que es rosa", matizó Teijeiro. Seta de ostra amarilla (Pleurotus citrinopileatus), Melena de león (Hericium erinaceus), el hongo reishi (Ganoderma lucidum) o cola de pavo (Coriolus versicolor) son algunas de las variedades. La primera en fructificar fue la conocida como seta de ostra (Pleurotus ostreatus).

En cuanto a la tipología, todas son especies saprófitas "porque consumen un organismo muerto y viven descomponiendo la materia orgánica. Hacen la labor más fundamental de todas las setas", indicó Teijeiro, que pidió precaución a la hora de consumirlas. "Las setas que utilicé son susceptibles de ser comestibles pero algunas son medicinales. Si alguien viene a coger setas es bajo su responsabilidad porque además de éstas, pueden aparecer otras en el entorno y en el mismo tocón", puntualizó Teijeiro.

El recorrido sinosuidal de setas está acompañado de diferentes arbustos, que fueron recientemente plantados y que no superarán los cuatro metros de altura. Entre ellos, el níspero (Eriobotrya japonica), sauce (Salix babylonica), arce japonés (Acer palmatum), magnolio (Magnolia x soulangeana) o el avellano común (Corylus avellana).

FASES

El proceso para la creación del espacio arrancó realizando 3.000 agujeros en diversos puntos de los tocones para inocular los pellets, tapándolos luego con un plástico para evitar que hubiese transpiración y contaminación. "Después instalamos un plástico negro porque tiene que tener una fase oscura. Fue cuando la gente pensaba que había colmenas. En realidad lo que hice fue protegerlas para rebajar la temperatura que tenemos aquí", explicó Teijeiro.

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