ADMINISTRACIÓN

Jornada de relevos en Xunta y Subdelegación de Gobierno en Ourense

El último día de Emilio González en la Subdelegación de Gobierno de Ourense ha coincidido con el estreno de Manuel Pardo en la Delegación de la Xunta de Galicia en la provincia

Ourense vivió este jueves una jornada de intercambios. Las casualidades del calendario nos dejaba, a la vez, la marcha del subdelegado del Gobierno, Emilio González; y el estreno como delegado de la Xunta de Manuel Pardo.

González viajaba a Taboadela junto al delegado del Gobierno, Pedro Blanco, a quien acompañó en la presentación de un programa para que mayores de 65 años puedan hacer la declaración de la renta desde sus respectivos municipios a través de un sistema de videollamada. Un acto donde tuvo su cuota de protagonismo cuando Blanco le agradeció públicamente el “magnífico” trabajo que ha desempeñado desde su toma de posesión en julio de 2018, seis años atrás. Había pedido una prórroga para ocupar el cargo, ya que tiene los 70 años cumplidos, y ahora da este paso por imperativo legal, dejando también su puesto de funcionario en el Servicio Galego de Saúde (Sergas). También durante su despedida, el delegado del Gobierno quiso señalar su cercanía con los ciudadanos, asegurando que “en todos os pobos estaban encantados con Emilio”, antes de certificar que su trabajo al frente de la subdelegación deja el listón muy alto, y a su sustituto o sustituta la va a costar mucho “chegar ao seu nivel”.

Emilio González abandona oficialmente el cargo, y solo le queda una última cita: el homenaje que le preparan el próximo martes, 30 de abril, en la Carballeira de Santa Cruz, donde participarán compañeros de la política y otros integrantes de la sociedad ourensana, con quienes ha mantenido relación y contacto durante su mandato.

Los que llegan

La jornada de ayer nos dejó también un estreno: el de Manuel Pardo al frente de la Delegación de la Xunta de Galicia en Ourense. Funcionario de profesión, y responsable del servicio territorial de presidencia desde 2015, asumía el cargo en Santiago, y participaba ayer en sus primeros actos. Durante su primera intervención quería agradecer el apoyo “de aqueles que fixeron posible que eu principie este camiño, que me ensinaron a traza de exemplaridade”. Para Pardo, su nombramiento supone una responsabilidad “que adoita ser un privilexio o encabezar a representación do Goberno galego en Ourense. Unha responsabilidade coa miña provincia da que agardo estar á altura”.

Respecto a sus obligaciones, el nuevo delegado subrayó que “temos a obriga de insistir no aproveitamento dos recursos, na valorización dos tempos empregados, na excelencia dos servizos prestados e renunciar ós modelos ineficaces e obsoletos”. También anticipó, a nivel institucional, un período de “colaboración leal”.

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