El número de visitantes extranjeros en ese periodo también aumento con respecto al año anterior
La provincia de Ourense contó con más visitantes y también más pernoctaciones en julio de este año que en el mismo mes del año pasado, según los datos dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística. En concreto, se registraron 30.796 viajeros el mes pasado por 28.670 en el mismo periodo del 2016, mientras que las pernoctaciones fueron 61.328 este año frente a las 58.990 de julio de 2016.
También mejoraron los números en cuanto a turistas extranjeros, ya que se pasó de los 7.522 que pernoctaron en julio de 2016 a los 7.991 que lo hicieron este año.
Precisamente, este incremento en el número de visitantes extranjeros "que sigue creciendo año tras año", según señala el presidente de la Federación de Hostelería, Ovidio Fernández, es uno de los datos más valorados por el sector en la provincia.
"Tenemos un cliente fidelizado y el aumento de visitantes extranjeros confirma que somos una alternativa cada vez más clara al turismo de costa que ofrecen otras provincias gallegas", añade Fernández.
El presidente de la Federación de Hostelería apunta, por otra parte, que este creciente número de turistas podría ser aún mejor "si contásemos con las infraestructuras necesarias, como es el caso del AVE". En este sentido, confía en que el tren de alta velocidad esté listo "para el Año Santo de 2025".
Rafael Luaña, director comercial del grupo Caldaria, muestra también su satisfacción por un mes de julio que "ha significado un incremento de casi un 8% en la ocupación con respecto al mismo periodo de 2016". Unas cifras que prevén incluso mejorar cuando se cierre el presente mes de agosto.
Javier Torquatti, portavoz de la asociación de establecimientos de turismo rural Limia Verde, indica que los fines de semana de julio "estuvimos llenos y el resto de la semana al 65%". El cliente fue, sobre todo, de Madrid y el sur penínsular, así como visitantes del resto de Galicia.
En cuanto a la estancia media durante el pasado julio se situó en dos días, que es la barrera psicológica que se marca el sector como indicadora de que el turismo está creciendo.
