Se enfrenta a nueve meses de cárcel y a pagar los costes de la extinción
El hecho de "no adoptar ninguna de las más elementales normas de cuidado para evitar la propagación del fuego" cuando realizaba una quema sentó ayer en el banquillo de los acusados a Isaac B.F., juzgado por un presunto delito de incendio forestal por imprudencia. Esos son, al menos, los hechos que le atribuye el Ministerio Fiscal, que se remontan a un fuego forestal ocurrido poco antes de las cinco de la tarde del 16 de mayo de 2012.
La acusación pública sostiene que el hombre comenzó a quemar restos de ramas y maleza en una finca de su propiedad en el municipio de Boborás y supuestamente no tuvo la precaución adecuada, ya que, según el Ministerio Fiscal, existía "abundante maleza" en el perímetro de la quema y el acusado no tenía recipientes para trasladar agua de un arroyo situado a 20 metros. Así las cosas, se inició un incendio que calcinó 0,56 hectáreas y tardó dos horas en ser extinguido.
Por estos hechos, el hombre se enfrenta a una pena de nueve meses de prisión y multa de otros tantos meses a razón de seis euros diarios (1.620 euros). Asimismo, la acusación reclama que, en caso de que la juez condene al acusado, éste se haga cargo de los costes del servicio de extinción y abone por este concepto a la Xunta 516,39 euros más los intereses legales por el tiempo transcurrido.
Además de este juicio, ayer estaba señalado otro por incendio imprudente, que, no obstante, fue suspendido. En este caso, el acusado había sido sorprendido por agentes del Seprona, el 14 de febrero de 2012, cuando prendía fuego con un mechero en la localidad de Castelo. Supuestamente, el propósito del acusado era limpiar la maleza para permitir el paso de ganado ovino. El fuego se propagó a una superficie de 0,07 hectáreas de matorral y no fue precisa la intervención de los equipos de extinción. La pena a la que se enfrenta es de 10 meses de prisión.
