El Juzgado de lo Penal 1 acogió ayer la vista oral contra Manuel V.S., de 42 años, y Paz R.R., de 36, a quien el Ministerio Fiscal imputa un delito de usurpación de funciones y una falta de estafa en grado de tentativa, por lo que reclama para ellos una pena de un año y medio de prisión y una multa de 100 euros.
Los hechos juzgados ocurrieron el 4 de mayo de 2008, en un local de ocio de Ourense, cuando se acercaron a un individuo que se había despedido de un amigo, y en ese momento se hallaba solo. Aprovechando esta circunstancia, le manifestaron que eran policías y le preguntaron si conocía a la persona que acaba de irse.
La que iba a ser su víctima les respondió que no la conocía y les pidió que, si eran policías, se identificasen. Instante en el que los acusados, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, comenzaron a realizar toda una serie de acciones encaminadas a aparentar ante su víctima su condición de funcionarios públicos diciéndole que pertenecían a un grupo de élite conocido como Centauros, especializado en la persecución del tráfico de estupefacientes.
A fin de otorgar mayor verosimilitud a su mentira -relató el fiscal- simularon a través del teléfono móvil que solicitaban sus antecedentes penales, mientras proferían, en alto, que 'se encontraba limpio'. Consumado el engaño, los acusados le ordenaron que sacara todo lo que llevaba en el bolsillo, lo que incluyó un billete de cinco euros que los falsos policías pretendieron apropiarse con el pretexto de que era falso, según el Ministerio Público. Justo en ese momento, llegó la Policía Nacional y detuvo a los acusados.
La que iba a ser su víctima les respondió que no la conocía y les pidió que, si eran policías, se identificasen. Instante en el que los acusados, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, comenzaron a realizar toda una serie de acciones encaminadas a aparentar ante su víctima su condición de funcionarios públicos diciéndole que pertenecían a un grupo de élite conocido como Centauros, especializado en la persecución del tráfico de estupefacientes.
A fin de otorgar mayor verosimilitud a su mentira -relató el fiscal- simularon a través del teléfono móvil que solicitaban sus antecedentes penales, mientras proferían, en alto, que 'se encontraba limpio'. Consumado el engaño, los acusados le ordenaron que sacara todo lo que llevaba en el bolsillo, lo que incluyó un billete de cinco euros que los falsos policías pretendieron apropiarse con el pretexto de que era falso, según el Ministerio Público. Justo en ese momento, llegó la Policía Nacional y detuvo a los acusados.
