Tras la estabilidad atmosférica de los últimos meses, la lluvia cayó de nuevo sobre Ourense, pero sin bajar demasiado las temperaturas, que alcanzaron los 26 grados. Según Meteogalicia, las precipitaciones recogidas en la ciudad no superaron los 2,2 litros por metro cuadrado. Pero el agua caída ha sido esperanzadora para el Concello, que vería alejar posibles problemas de suministro de agua, tras anunciar que podría haber restricciones si no llueve en un mes.
En los próximos días, con todo, se prevé que la tendencia sea nuevamente a la estabilidad, con temperaturas más propias del verano. Para hoy se espera que se alcancen los 32 grados de máxima y los 17 de mínima, con algunas nubes medias y altas por la mañana. Esa será la tónica de todo el fin de semana hasta el domingo, día en el que las lluvias podrían volver a dejarse notar en la ciudad.
