El mal estado de las carreteras en Ourense incrementa las visitas al taller

Grietas y baches en la N-540, que une Ourense y Lugo por Cortegada
photo_camera Grietas y baches en la N-540, que une Ourense y Lugo por Cortegada

La carretera N-540, la N-120 y zonas de A Gudiña y Verín son señaladas por los profesionales

Que el mal estado de las carreteras de Ourense provoca daños en los vehículos no es ningún secreto. Los profesionales de la reparación lo acreditan, señalando un incremento de coches que precisan arreglos para sus neumáticos y suspensión tras hacer kilómetros por unas carreteras agrietadas, o con baches. El primero en analizar la situación era el presidente de Atave, Ricardo Borrajo. “Nuestros asociados de Verín y A Gudiña o del entorno de la carretera de Lugo, y la gente que tiene grúas nos cuentan que todos los días están recogiendo vehículos con daños en las ruedas, en las llantas o en algunos casos, daños en suspensiones”. 

El daño en las suspensiones lo observa también en su día a día Alberto González, de Autoeléctrico Comunicaciones. “Lo de las suspensiones es un hecho evidente; el deterioro de las carreteras es palpable. Día a día se ve que no son seguras, y están muy lejos de lo que fueron en su momento”, explica.  

Una de las vías que estaría encabezando los daños en vehículos sería la N-120, donde el firme se encuentra agrietado y con socavones, y de la que recientemente se anunció una reforma urgente. Circular por esta carretera ha provocado numerosos incidentes. No está de acuerdo con esa correlación entre baches y averías Juan José Fernández, de Talleres Feijoo, quien cree que “influye, pero muy poco, el porcentaje es mínimo. La reparación de un coche no va a depender del estado de las carreteras”.

Ourense-Lugo 

La carretera N-540, que une Ourense y Lugo por Chantada, es señalada como una de las vías que más vehículos daña. Antonio, de Neumáticos Cortiñas, contó que “sí, nos traen muchos coches dañados por los baches. Lo de la carretera de Lugo es grave. Fui por ella la semana pasada, y debería estar cerrada hasta que se arregle”, aseguró, añadiendo que “igual que ponen controles a los conductores, deberían cortar esa carretera, porque es intransitable. Peor que un cortafuegos”.  Los fallos en el firme de esta vía son numerosos, y constantes también los accidentes que ocurren en ella, que abarcan desde pinchazos en coches y motos hasta parabrisas agrietados por el impacto de gravilla suelta, tal y como alertaron los talleres lucenses antes que los ourensanos.

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