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Malestar entre los usuarios del viaducto del Barbantiño

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photo_camera Las deficiencias en las juntas de dilatación del viaducto del Barbantiño, en el primer plano de la imagen, causan problemas en la conducción.

Las deficiencias en las juntas de esta infraestructura de la AG-53 generan problemas de conducción

Conductores de la provincia han mostrado su malestar en las últimas semanas por el estado del viaducto de O Viñao, que cruza el río Barbantiño, en la AG-53, la autovía que comunica Ourense con Santiago de Compostela, una obra de la Constructora San José.

Usuarios de esta infraestructura llevan varias semanas señalando problemas en la conducción de sus vehículos por un deficiente estado de las juntas de dilatación, lo que contrasta con infraestructuras semejantes en otros viales de la provincia, que no han suscitado críticas pese a contar con este mismo sistema.

Estas juntas de dilatación, una pieza habitual en los puentes y viaductos, sirven para atenuar y absorber los movimientos inevitables que se producen a lo largo de la vida útil de estas construcciones.

Estos elementos deben cumplir los requisitos de ser silenciosos y tener una buena calidad de rodadura. Una simple pasada de ida y vuelta por el viaducto de O Viñao a una velocidad de 120 km/h da buena cuenta de que algo falla en esos sistemas, porque los coches botan y el volante se desequilibra, sin olvidar el ruido que generan a su paso.

No es el único viaducto en estas condiciones, ya que el propio enlace de conexión con la A-52, a la altura de Barbantes, también de San José, ha generado protestas de conductores, lo que hace sospechar a los usuarios de posibles deficiencias en la construcción original.

El ingeniero Alberto Arias, del Estudio de Ingeniería Civil Manuel Durán, señala que las juntas "son necesarias", aunque incide en que necesitan "conservación", ya que si algún módulo salta, pueden provocar el mismo efecto que "un bache convencional". 

FOMENTO DICE QUE HAY QUE AVANZAR A PUENTES SIN JUNTAS

El propio Ministerio de Fomento, en su guía para la concepción de puentes integrales, reconoce que "es evidente que el puente ideal sería aquel que no requiriese juntas y que no necesitarse apoyos especiales, elementos que suponen singularidades en la estructura y que no tienen la robustez, la potencia ni la durabilidad de la estructura propiamente dicha del puente". 

Unas juntas de dilatación que, con deficiencias, son "un foco de problemas"

Las juntas de dilatación son elementos fundamentales en los viaductos a día de hoy, según confirman los técnicos de la Asociación Española de la Carretera (AEC). "De momento no se han encontrado alternativas eficaces ante estos elementos, señalan en la AEC. Actualmente se trabaja en algunas soluciones pero, alerta, "son muy costosas". 

Estas juntas son necesarias para controlar la dilatación generada a raíz de las oscilaciones térmicas. "Siempre hay que dejar un hueco, una holgura para que pueda dilatarse la viga y permitir así su movimiento", explica Alberto Arias. 

Las holguras donde se colocan las juntas suelen ser de unos cinco centímetros de anchura. "Normalmente no suelen dar problema, aunque en caso de romper se queda un hueco que hace un efecto parecido al de un pequeño bache", añade. 

El paso de los vehículos a lo largo del tiempo va generando  un desgaste que puede provocar que salten los módulos que componen las juntas, "aunque estas están diseñadas para soportar el peso", señala el ingeniero. 

"La mayoría de puentes tienen 10,15 ó 20 años y las juntas necesitan una conservación periódica", resalta Arias. Si falta alguna junta, como han alertado diferentes conductores, los daños más comunes son los daños en los neumáticos o incluso en la suspensión y estos puntos pueden llegar a ser "un foco de problemas". 

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