El consumo sufrió una fuerte contención, que está derivando en numerosos cierres de comercios

Menos viviendas, pero más coches

La contención del consumo fue una de las principales consecuencias de la crisis económica. Esto afectó sobre todo a la adquisición de viviendas, pero no a la de coches, que creció impulsada por las ayudas a la compra.
La crisis económica se ha traducido en una fuerte contención del consumo, a pesar de que el año pasado los precios frenaron su alza. El IPC provincial creció un 0,5%, frente al 1,2% del año anterior (ya muy por debajo de ejercicios precedentes).

Esta contención del consumo (en la que influye la restricción crediticia) ha sido una de las causas fundamentales del acusado incremento de los cierres de comercios que, según los empresarios del sector, se agravará en el primer semestre de 2010, al finalizar la actual temporada de rebajas. Pero los problemas no afectan sólo al comercio textil, sino que también otros segmentos, como mobiliario o joyería.

En lo que respecta al mercado inmobiliario, fueron menos los ourensanos que se animaron a comprar vivienda durante el año pasado: se realizaron 2.370 transacciones, frente a las más de 3.000 del ejercicio anterior. Además, mientras en los años del “bum” inmobiliario la mayoría de los pisos que se compraban eran nuevos, la contención de precios en los usados ha motivado que las transacciones se distribuyan a partes iguales. El precio del metro cuadrado está en unos 1.600 euros, cuando durante el auge del sector había superado los 1.850 de media.

Esta ralentización de ventas ha ido acompañada de una caída en su construcción, ya que descendieron los certificados de fin de obra emitidos un 30% (de 2.278 bajaron a 1.593), pero más fuerte fue aún el visado para obra nueva: un 70% (de 2.180 a 632).

Ante este freno en la actividad inmobiliaria, el sector de la construcción -uno de los de mayor peso en la provincia- se refugia en la obra pública. La licitación durante 2009 se vio incrementada gracias al estímulo que supusieron los fondos aportados por el Plan E, lo que motivó que los proyectos licitados por los Concellos de la provincia pasasen de 33,7 millones en 2008 a 71 millones en 2009.
En todo caso, el mayor volumen de licitación pública corresponde a las obras promovidas por el Estado, fundamentalmente a las líneas de alta velocidad. La Administración central licitó obras por 688 millones en 2009 (frente a sólo 43,5 millones en 2008), aunque la repercusión de buena parte de este importe no se materializará hasta próximos años (por ejemplo, más de 200 millones corresponden a la construcción de tres tramos del AVE Ourense-Lubián, cuyas obras no se iniciarán hasta final de 2010 y se prolongarán al menos cuatro años).
Por su parte, las obras licitadas por parte de la Xunta cayeron notablemente: de 229 millones en 2008 pasó a sólo 41 millones en 2009.

Coches

No obstante, el segmento de actividad en que el los ourensanos no han frenado su consumo fue el de la compra de vehículos. El año pasado se vendieron 6.751 coches en la provincia, lo que supone un incremento del 14% con respecto al año anterior. No obstante, la evolución mensual de las ventas refleja dos periodos muy diferenciados: hasta mayo se estaban registrando fuertes caídas, mientras que desde junio -con la puesta en marcha de los incentivos a la compra del Plan E- se produjo una notable subida que llevó a cerrar el año con un destacado nivel de ventas.

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