ALIMENTACIóN

El michelín, un enemigo para la salud, afirma un experto gallego en nutrición

"Cerca del 60% de la población española padece sobrepeso y alrededor del 25% obesidad", apunta Antonio Iglesias, licenciado en Medicina

"Mens sana in corpore sano". Ése sería el paradigma del equilibrio perfecto para el ser humano, pero parece que cada vez más los buenos hábitos quedan relegados a un segundo plano, según un experto gallego en nutrición, el doctor Antonio Iglesias, que ha declarado al temido michelín "enemigo número uno".

Basta, para justificar su apreciación, con echar un vistazo a los índices de sobrepeso y obesidad que afectan a la población española en general y a la gallega en particular.

Una sencilla fórmula que relaciona la altura y el peso permite conocer el índice de masa corporal. Este valor debe situarse entre los 20-25 puntos. Las personas que se encuentran entre los 25-30 puntos tendrían "sobrepeso" u obesidad de grado uno; entre 30 y 40 se trataría de obesidad grado dos, y con más de 40, obesidad de grado tres o mórbida.

Atendiendo a estos parámetros, "cerca del 60% de la población española padece sobrepeso y alrededor del 25% obesidad", apunta Antonio Iglesias, licenciado en Medicina, con posgrados en Dietética y Nutrición y con más de veinte años de experiencia en este mundo.

Estos datos son perfectamente aplicables a Galicia, prosigue. Incluso esta Comunidad, junto a Canarias, se encontraría "por encima de la media".

Pero, ¿a qué se debe esta tendencia que ha aumentado en los últimos años?

El sobrepeso y la obesidad surgen cuando existe un desequilibrio entre las calorías que se ingieren y las que se consumen.

Por un lado, explica Iglesias, "la crisis económica ha influido en que se recurra con más frecuencia a alimentos de peor calidad, como pizzas o platos precocinados", ya que el precio de otros productos, como las verduras o los pescados, se ha disparado.

A ello se suma el segundo factor, "la falta de sacrificio, la poca cultura del esfuerzo, el poco hábito del ejercicio".

Los hábitos correctos son, precisamente, los que se encuentran en la base de una alimentación equilibrada que tenga como resultado no solo un peso adecuado sino un mejor estado de salud.

"Comemos para vivir, no vivimos para comer", puntualiza Iglesias, y reflexiona también sobre las costumbres sociales, las fiestas gastronómicas, los atracones y las tapas.

Con todo, cada vez más personas intentan controlar su peso, reconoce, y en esta tarea las motivaciones son muy diferentes, pero la principal, tirando de lógica, debería ser la salud.

"La obesidad hace que el corazón esté sometido a más esfuerzo, las articulaciones se deterioran más y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares", detalla este especialista.

De hecho, apela a la responsabilidad que cada ciudadano tiene con su salud y, si bien el sistema sanitario debe atender las necesidades de cada persona, dice que "los derechos implican obligaciones, y la obligación con nuestra salud es cuidarnos" ya que "el coste sanitario de la obesidad lo pagamos todos".

Pero en muchas ocasiones, admite, el impulso que lleva a regular el peso es la mera apariencia física. La pretensión de perder peso por el simple hecho de verse más delgado lleva a probar dietas milagro o métodos supuestamente revolucionarios.

¿Quién no ha oído hablar de la Dieta Dukan?

"Cuando se pierde peso debe rebajarse grasa y con este tipo de dietas se bajan proteínas y agua", señala el doctor. Por ese motivo, cuando se incorporan de nuevo los productos prohibidos por esos métodos aparece el temido efecto rebote.

Además, "y mucho más importante", se trata de dietas "desequilibradas, ricas en proteínas y bajas en hidratos de carbono y azúcares que terminan machacando el hígado o los riñones".

Todo esto, cuando el fin último de tener un peso adecuado debería ser mejorar la salud.

La obesidad es "un proceso crónico" y la gente empieza a concienciarse de ello. "Tratamos de generar hábitos sencillos para conservarlos, pero solo un 15% de las personas a largo plazo, unos cinco años, consigue mantener el peso que alcanzó con la dieta", indica Iglesias.

¿Por qué? "Siempre insistimos en que son necesarias las revisiones, pero ¿cuántos vienen a hacerlas?", pregunta. Con todo, abunda, "cada día la gente se conciencia más de esta cuestión".

Pero a pesar de esto, el doctor Iglesias no tiene muy buenas perspectivas para el futuro. "El sobrepeso infantil ronda ya el 40%", observa, y muchos padres "no están concienciados" de la importancia de inculcar hábitos saludables, tanto alimenticios como en lo relativo a la actividad deportiva.

Así, insiste en la necesidad de una "mayor concienciación" por parte de los ciudadanos y demanda "mayores esfuerzos" de unas autoridades que, en la actualidad, "no favorecen del todo estas conductas ni premian que las personas cuiden su salud". 

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