Misas con mascarilla y sin la paz

La Diócesis de Ourense oficializa la hoja de ruta a seguir por su comunidad -laicos, consagrados y sacerdotes- que, en su “gran mayoría”, pertenecen a grupos de riesgo. Partiendo de las recomendaciones lanzadas por la Conferencia Episcopal Española (CEE), el Obispado establece unas normas de prevención para su vuelta a la actividad, fijada para el próximo lunes con el inicio de la fase 1. El listado de medidas aplicables parte desde una base general, hasta celebraciones más específicas como pueden ser bodas o comuniones. El consenso formó parte de esta toma de decisiones: “Recibimos las aportaciones de todos los sacerdotes y con la normativa de la CEE, nos adaptaremos”, señala Francisco Pernas, vicario de Pastoral. A sus sacerdotes de edad avanzada o de riesgo, les recomiendan "que se abstengan de oficiar culto público". Los arciprestes se encargarán de coordinar con los curas más jóvenes la atención de sus parroquias. Dentro del el decreto firmado por el obispo, Leonardo Lemos, piden “prudencia, responsabilidad y obediencia” a los fieles. A los colectivos de riesgo, la recomendación es que no acudan a las iglesias y participen de las misas a través de los medios de comunicación -puede seguir aquí en directo la Novena de Fátima-. A los que decidan asistir se les pide que acudan con mascarillas, incluso que lleven consigo un desinfectante de bolsillo. En las inmediaciones y atrios de los templos tratarán de “evitar formar grupos y corrillos”. La celebración de las eucaristías contará con un control de aforo para alcanzar el 30% en la fase 1 y el 50% en la fase 2. Para ello, los sacerdotes contarán con voluntarios “responsables” para organizar entradas y salidas, la distribución de los fieles, junto con el acceso a la hora de comulgar, garantizando la distancia y normas de seguridad. Donde los párrocos no dispongan de voluntarios, no se podrá abrir el templo para el culto hasta que la situación se normalice. Las pilas de agua bendita continuarán vacías, las puertas se mantendrán abiertas para evitar contactos y se marcarán con un distintivo los lugares que ocuparán los fieles, arrancando por las primeras filas. Al acabar, procederán a la desinfección y ventilación del templo con los útiles pertinentes para la tarea. Los instrumentos que usen los sacerdotes durante el oficio estarán debidamente desinfectados y cubiertos. En el momento de la comunión, los encargados de distribuirla se desinfectarán sus manos con gel hidroalcohólico. En la fila de espera para recibirla, los fieles mantendrán la distancia de seguridad dependiendo de las dimensiones del templo. En los que tengan un único pasillo y sea estrecho, se aconseja que el sacerdote se acerque a distribuirla a sus puestos. Sobre la comunión piden que se haga en mano y sin guantes. Reapertura escalonada Las parroquias recuperarán la actividad de forma diferente. En el mundo rural, el sacerdote visitará las más pequeñas en la fase 1, para analizar la situación de los fieles. Por lo tanto, los domingos habrá oficios en aquellas que sean de referencia o cumplan con las condiciones entre los fieles. En villas se adaptarán los horarios para garantizar las labores de desinfección. En la ciudad, abrirán progresivamente desde el lunes hasta el jueves. El 15 de mayo retomarán la actividad en todos los templos. Los domingos adaptarán horarios para permitir su desinfección, así como más posibilidades de celebración en templos cercanos. LAS RECOMENDACIONES DE LA DIÓCESIS La Diócesis de Ourense marca una serie de recomendaciones que deben seguir tanto los fieles, como consagrados y sacerdotes durante las fases de desescalada. El protocolo se designa bajo el título "Cuídate y protege tu iglesia", que sigue una serie de pautas. Traer de casa: Mascarilla puesta. Solución hidroalcohólica de bolsillo. Antes de entrar: Limpiarse bien el calzado en la entrada. Utilizar gel hidroalcohólico para la higiene previa de las manos. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Dentro de los templos: Sentarse en los lugares con distintivos, comenzando los bancos desde el principio hasta el final. Mantener siempre la distancia de seguridad. Llevar siempre la mascarilla puesta. A la hora de la comunión, hacerlo con la mano y, en caso de llevar guantes, quitarlos. Si se necesita comulgar en la boca, esperar al final del acto. No abandonar la mascarilla en el banco. Se limita el libre movimiento en el templo No besar ni tocar las imágenes. El saludo de paz se suprime. En las salidas del templo: Salir de forma ordenada por los lugares más cercanos a las puertas. Mantener las distancias y no formar grupos.