Una sola exposición reúne a Patinha, Rivas, Pestana y Oro Claro
El tiempo no sólo sirve para añadir años a las experiencias vitales, también contribuye a cimentar vivencias, avivar el talento, sumar puntos de vista y mejorar la creatividad. Reunir a cuatro escultores muy diferentes entre sí , después de 22 años, para presentar una exposición sin estridencias es un reto que la comisaria Rosario Sarmiento ha superado.
La sala José Ángel Valente acoge, desde ayer y hasta el 8 de mayo, la exposición "Contravento e Marea" en la que cuatro artistas como Manolo Patinha, Silverio Rivas, Paco Pestana y el ourensano Xurxo Oro Claro vuelven a recuperar una muestra conjunta que ya protagonizaron hace 22 años, en 1994. Una propuesta escultórica que itineró por las ciudades de Galicia, y el Centro Conde Duque de Madrid.
Por la mañana, la muestra fue presentada por el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez; la concejala de Cultura, Belén Iglesias; la comisaria de la muestra, Rosario Sarmiento; la directora de los espacios museísticos, Eva Torres, y los escultores Oro Claro y Patinha.
El alcalde destacó su intención de convertir esta sala José Ángel Valente en "la sala de referencia de Galicia" y de recuperar "a Ourense como la capital cultural de Galicia".
La comisaria de la muestra, Rosario Sarmiento, destacó en su intervención que "se trata de un proyecto común de escultura que no siempre es fácil para hacerles interactuar, por la propia individualidad que tiene cada uno".
En total son 24 obras creadas entre finales de los 90 hasta hace escasos meses. Sarmiento insistió en que "buscábamos una exposición en la que pudieran verse individualmente y que, además, hablaran entre ellos".
Asumir esta exposición, que viajará al Museo Interactivo de Historia de Lugo y el próximo año a Vigo, fue, según explicó Sarmiento "complicado. Había que ver la evolución de cada uno durante este tiempo y comprender la capacidad que habían desarrollado durante estos años". La muestra ofrece desde los trabajos narrativos del mundo natural de Pestana; hasta la visión más surrealista y de grandes proporciones de Patinha; pasando por los objetos encontrados de Silverio Rivas con la piedra y la incorporación de otros materiales; y por la catarsis del sufrimiento que las figuras de Xurxo Oro Claro muestran y con las que se golpea al visitante.
