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La ordenanza del botellón se reactiva en busca de consenso

Bermejo, Mosquera, Reza, Ogando, Díaz y García, durante la reunión.
photo_camera Bermejo, Mosquera, Reza, Ogando, Díaz y García, durante la reunión.
El gobierno escuchará ideas hasta el 13 de enero, con el borrador del anterior mandato como base

El gobierno municipal de Ourense sacó este martes del cajón el proyecto de elaboración de la comúnmente conocida como ordenanza antibotellón convocando la primera reunión de la comisión de seguimiento que guiará la tramitación del texto, un grupo de trabajo con el que la concejala de Asuntos Sociais, Eugenia Díaz Abella, quiere alcanzar el máximo consenso, manteniendo como base el documento elaborado en el anterior mandato y que no salió adelante al perder el PP la votación plenaria.

"Partimos dun traballo realizado para enriquecer o texto co maior consenso posible para conseguir unha ordenanza que sexa práctica, viable e que contribúa a regular un problema de convivencia cívica e de saúde", señaló Díaz Abella tras la reunión con los representantes de los partidos de la oposición y el presidente de la Federación Limiar, Manuel Mosquera.


Posturas


Todos ellos tendrán hasta el 13 de enero, fecha prevista para la próxima reunión, para realizar las aportaciones que consideran oportunas. La edil del PSOE Concepción García Lozano pidió también a la concejala de Asuntos Sociais "que se reúna con colectivos" y trabajar, en paralelo a la redacción de la ordenanza, "en aprobar la RPT porque para que se cumpla tiene que haber recursos humanos", citando servicios como Policía Local o plazas de educadores. "No puede quedar en una mera declaración de intenciones".

El representante de Ciudadanos en la comisión, Laureano Bermejo, recuerda que su grupo presentó una moción en septiembre que fue aprobada, defendiendo que "es un tema que hay que atajar cuanto antes mejor, no queremos que se dilate".

Por su parte, desde el BNG, Rhut Reza se muestra algo preocupada por los mensajes trasladados por Eugenia Díaz, "xa que só falou de prohibir e non de alternativas, cando a ordenanza leva por título de convivencia cívica", reclamando un "debate transversal". Los nacionalistas garantizan que "faremos o que lastimosamente o goberno non quere facer, buscar a opinión dos expertos e colectivos que enriquezan a norma".

Mientras, el presidente de la Federación Limiar se mostró también muy interesado en la posibilidad de participar activamente en la aprobación de la ordenanza. Manuel Mosquera explica, no obstante, que "no estamos hablando solo del botellón", animando al gobierno municipal a ponerse a trabajar cuanto antes en la regulación de los ruidos o de las terrazas: "Todo está relacionado y vinculado, tenemos una oportunidad para que no quede nada sin atar", concluyó el líder vecinal. 

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