La intensa actividad de los vendedores ambulantes apostados en los aledaños del río Barbaña provoca, después de cada jornada de feria, que una marea de envoltorios plásticos, envases y desperdicios de todo tipo se acumulen en el mencionado recinto. Los restos, que se amontonan a ambos lados del cauce fluvial, permanecen en ocasiones varios días sobre el terreno hasta que con un nuevo día de mercado 'llueve sobre mojado': un conglomerado formado por perchas rotas, bolsas plásticas, papeles, cajas de cartón e incluso tetabricks de vino, deslucen y ensucian el entorno ribereño.
Esta situación se ve agravada por la circunstancia de que en la zona no se instalan cubos de basura específicos para dar servicio al trasiego de personas que deambulan por los alrededores del Barbaña los días de mercado (el 7,17 y 26 de cada mes). También la falta de vigilancia propicia la impunidad para que este río sufra continuos ataques en sus orillas, albergando despojos .
CALLE REZA Y PASARELA
Algunas de las áreas más afectadas por los desperdicios se sitúan en las proximidades de la calle Reza o junto a la pasarela de la Alameda, en cuyos matorrales conviven familias de patos que se bañan entre aguas y matas rodeadas de envases. Precisamente, esta realidad ya ha sido denunciada en varias ocasiones a lo largo de los últimos años. En 2009, el Concello de Ourense reforzó la instalación de contenedores en las proximidades de la Praza de Abastos, aunque los vendedores, en vez de recoger las cajas y bolsas de basura, continúan a día de hoy dejándolas por el suelo, siendo empujadas por el viento hasta el cauce del Barbaña.
A pesar de que atajar definitivamente el problema no semeja fácil por la inhibición del Concello, una mayor concienciación de los feriantes aliviaría en gran medida.
CALLE REZA Y PASARELA
Algunas de las áreas más afectadas por los desperdicios se sitúan en las proximidades de la calle Reza o junto a la pasarela de la Alameda, en cuyos matorrales conviven familias de patos que se bañan entre aguas y matas rodeadas de envases. Precisamente, esta realidad ya ha sido denunciada en varias ocasiones a lo largo de los últimos años. En 2009, el Concello de Ourense reforzó la instalación de contenedores en las proximidades de la Praza de Abastos, aunque los vendedores, en vez de recoger las cajas y bolsas de basura, continúan a día de hoy dejándolas por el suelo, siendo empujadas por el viento hasta el cauce del Barbaña.
A pesar de que atajar definitivamente el problema no semeja fácil por la inhibición del Concello, una mayor concienciación de los feriantes aliviaría en gran medida.
