Pisos y locales parecen volver a colocarse como refugio seguro del dinero de los ahorradores
El 40% de las adquisiones de vivienda que se realizaron en la provincia de Ourense el pasado año se se pagaron al contado, sin hipoteca. Esto es posible, según, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Ourense, Eligio Nieto, porque "la provincia posee una elevada tasa de ahorro".
Es un dato que se ha acentuado en los últimos años y que refuerza la idea de que los ourensanos, como confirman varias personas consultadas a pie de calle que aseguraron haber adquirido sus casas y pisos "al contado, sin pasar por créditos bancarios", optan por esperar a tener el dinero suficiente para afrontar el pago en metálico, antes que tener que estar pendiente de pagos mensuales que pueden no tener capacidad para afrontar en un momento dado.
Esta filosofía del "pago al contado", forma parte "de la idiosincrasia del gallego, y muy especialmente del ourensano, y está directamente relacionada con esas elevada tasa de ahorro que arroja la provincia", según señala el profesor universitario Rubén Álvarez.
Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), explica que "la primera razón de que muchas de esas viviendas se estén comprando sin hipoteca está en que las entidades financieras, fuera de lo que es la vivienda de procedencia bancaria, prácticamente no concede hipotecas".
Por otra parte, después de lo sucedido con el producto bancario de las preferentes, "muchas personas mayores de 55 años -que es el perfil de la mayoría de esos compradores-, del ámbito rural de la provincia, ante la desconfianza de los productos financieros, están derivando sus ahorros para la compra de una propiedad inmobiliaria para ponerla en alquiler y sacarle un rendimiento mayor que el que le ofrecen los tradicionales productos financieros".
Estos compradores entienden que ese piso en alquiler "les da una rentabilidad mucho mayor que la que les puede ofrecer, por ejemplo, una renta fija", según señala el presidente de Fegein, que añade que "un local comercial o un piso puede tener una fluctuación de entre un ocho y un 10 % de rentabilidad anual".
Esta tendencia se está notando de forma especial "desde hace tres años, desde que en 2012 saltó a la actualidad el escándalo de las preferentes y se generó una desconfianza del ciudadano por los productos financieros como refugio del ahorro de los particulares".
