El cambio de ubicación del tradicional árbol de Navidad de Ourense suscita críticas por la colocación de este año: sobre la fuente barroca de Bispo Cesáreo, que salió del claustro de los pináculos del monasterio de Oseira en 1856 y es un bien patrimonial destacado. Después de varias ubicaciones, se instaló en la actual en 1970, por mandato del entonces alcalde David Ferrer. La instalación del que promete ser el árbol navideño más alto de Galicia está realizándose estos días sobre un importante elemento patrimonial. La Consellería de Cultura, de la que depende el área de Patrimonio, confirmaba ayer a este periódico que “non consta ningunha solicitude para autorizar a colocación da árbore navideña”.
El aparatoso montaje del árbol navideño de la ciudad suscita las críticas de la Asociación para a Defensa do Patrimonio de Galicia (Apatrigal), que intenta contactar con el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, para pedir explicaciones. El presidente del colectivo, Carlos Henrique Fernández, alerta de “riscos” sobre un elemento patrimonial “relevante”, que “non debería deteriorarse por un simple montaxe festivo”. Fernández envió una carta a Jácome para que informe si se solicitó autorización a la Dirección Xeral de Patrimonio por la “alarma social” de este hecho, aunque ayer no obtuvo respuesta. La Consellería sí confirma que Patrimonio no recibió ninguna solicitud del gobierno municipal.
Entre los riesgos que puede suscitar la colocación del árbol sobre la fuente barroca, el presidente de Apatrigal destaca que “los destrozos que pudiera sufrir son incontables, desde el desprendimiento de una parte hasta rozaduras en superficies”.
Una fuente viajera
La fuente de Bispo Cesáreo salió del monasterio de Oseira en 1856. La primera ubicación fue la Plaza Mayor, donde recogía las aguas sobrantes de la fuente do Trigo. Después, se trasladó al Xardín do Posío. En 1970 se instaló definitivamente en Bispo Cesáreo.
