Las estadísticas demográficas continúan ensañándose con la provincia de Ourense a la que continúan restando población en un ciclo que parece no tener fin. Los datos provisionales que acaba de avanzar el Instituto Nacional de Estadística del primer semestre de 2011 reflejan una nueva caída del número de habitantes de la provincia que desde 2001 en todos y cada uno de los años ha perdido población. Si en el año 2002 el número de ourensanos era de 337.968 en el año 2010 quedó reducido en 15.840 personas, hasta los 322.128.
Esta sangría demográfica se sustenta en uno de los porcentajes de nacimientos más bajos del país y en una de las tasas de mortalidad más elevadas. En concreto sólo hay tres provincias donde las mujeres tienen una tasa de fecundidad inferior a 1 cuando la media española se sitúa en 1,47. Estas tres provincias son Ourense, con una tasa del 0,95, Lugo con el 0,95 y Zamora con el 0,90. Con tasas por debajo de 2 ningún país podrá alcanzar las denominadas tasas de sustitución.
UN TOTAL DE 995 BEBÉS EN 2011
En los años 2008 y 2009 el número de nacimientos en Ourense fue de 2.081 bebés y 2.040, respectivamente. En los seis primeros meses de este año la cifra se ha reducido hasta los 995 niños, por lo que 2011 puede ser el primer ejercicio en el que el número de nacimientos se sitúe por debajo de los 2.000, acelerando el proceso de envejecimiento de la población, ya de por sí difícilmente corregible.
En el otro extremo de la balanza se sitúan las defunciones, que duplican a los nacimientos. En el año 2009 el número de fallecidos fue de 4.628, para descender ligeramente en 2010 hasta los 4.548, y situarse en los 2.306 en el primer semestre de 2011, unas cifras en línea con lo que ha ocurrido en ejercicios anteriores.
UN TOTAL DE 995 BEBÉS EN 2011
En los años 2008 y 2009 el número de nacimientos en Ourense fue de 2.081 bebés y 2.040, respectivamente. En los seis primeros meses de este año la cifra se ha reducido hasta los 995 niños, por lo que 2011 puede ser el primer ejercicio en el que el número de nacimientos se sitúe por debajo de los 2.000, acelerando el proceso de envejecimiento de la población, ya de por sí difícilmente corregible.
En el otro extremo de la balanza se sitúan las defunciones, que duplican a los nacimientos. En el año 2009 el número de fallecidos fue de 4.628, para descender ligeramente en 2010 hasta los 4.548, y situarse en los 2.306 en el primer semestre de 2011, unas cifras en línea con lo que ha ocurrido en ejercicios anteriores.
