Una paciente a la que operaron en el CHOU de cataratas, cuando debía ser intervenida para corregir una obstrucción del lagrimal en el ojo derecho, afirma que, cinco años después, está pendiente de que le reparen el daño causado. Sin embargo, fuentes de Sanidade aseguran que las secuelas ya han sido subsanadas y que lo que pretende la usuaria es que le corrijan su problema de miopía.
María Esther García Gómez es una paciente del Complexo Hospitalario de Ourense que en el año 2003, por un error médico, fue operada de cataratas cuando debía ser intervenida por una obstrucción del lagrimal en el ojo derecho. Cinco años después, afirma que el Sergas aún no ha subsanado la negligencia y que le ha sido denegada la última intervención quirúrgica a la que que debo someterme para recuperar visión en el Hospital Nuestra Señora de la Esperanza (en Santiago).
Sin embargo, fuentes de la Consellería de Sanidade, que admiten el fallo médico, sostienen que las secuelas y el daño causado a la paciente ya han sido corregidos y que lo que ahora pretende la afectada es operarse de miopía (corrección de la agudeza visual), un problema que señalan que es ajeno al fallo médico. Le ha sido denegada porque esta intervención no entra dentro de la cartera de servicios de la sanidad pública, aseveran.
María Esther García, por su parte, reclama ayuda urgente a las personas competentes para agilizar los trámites de la nueva operación y afirma que está harta de tanta humillación. Han cometido un error, pues ahora que lo solucionen. Como consecuencia de su fallo padezco depresión y estoy de baja médica -soy cartera-, pues tengo dificultades de visión, molestias en el lagrimal y malestar ocular.
Estos hechos los denunció inmediatamente después de la intervención médica en la Guardia Civil de Tamallancos, así como, posteriormente, en el Juzgado y en el servicio de atención al paciente del CHOU, y ahora en el Valedor do Pobo. Como tengo un miedo atroz a volver al CHOU, pedí que me operasen en otro hospital.
Esther García fue intervenida el 18 de junio de 2007 en la Esperanza, pero sólo del lagrimal, quedando pendiente que me corrijan la agudeza visual, una intervención con láser, pues he perdido un 50% de visión del ojo derecho.
Sin embargo, fuentes de la Consellería de Sanidade, que admiten el fallo médico, sostienen que las secuelas y el daño causado a la paciente ya han sido corregidos y que lo que ahora pretende la afectada es operarse de miopía (corrección de la agudeza visual), un problema que señalan que es ajeno al fallo médico. Le ha sido denegada porque esta intervención no entra dentro de la cartera de servicios de la sanidad pública, aseveran.
María Esther García, por su parte, reclama ayuda urgente a las personas competentes para agilizar los trámites de la nueva operación y afirma que está harta de tanta humillación. Han cometido un error, pues ahora que lo solucionen. Como consecuencia de su fallo padezco depresión y estoy de baja médica -soy cartera-, pues tengo dificultades de visión, molestias en el lagrimal y malestar ocular.
Estos hechos los denunció inmediatamente después de la intervención médica en la Guardia Civil de Tamallancos, así como, posteriormente, en el Juzgado y en el servicio de atención al paciente del CHOU, y ahora en el Valedor do Pobo. Como tengo un miedo atroz a volver al CHOU, pedí que me operasen en otro hospital.
Esther García fue intervenida el 18 de junio de 2007 en la Esperanza, pero sólo del lagrimal, quedando pendiente que me corrijan la agudeza visual, una intervención con láser, pues he perdido un 50% de visión del ojo derecho.
