La ourensana Carola García-Calvo es una de las investigadoras del Instituto Elcano, donde trabaja junto a Fernando Reinares en el ámbito del terrorismo internacional.
La ourensana Carola García-Calvo es una de las investigadoras del Instituto Elcano, donde trabaja junto a Fernando Reinares en el ámbito del terrorismo internacional. Es una de las pocas mujeres en este ámbito y es una especialista, entre otros aspectos, en la radicalización y en los procesos de captación de los yihaidistas.
¿Cuándo comienza el fenómeno yihaidista en España?
La primera detención se produce ya en el año 1995. Desde entonces y hasta el 2012 , punto de inflexión con Iraq y Siria, son 84 los individuos condenados en España. El fenómeno yihadista emerge con esa primera detención de un individuo de la GIA, (Grupo Islámico Armado, organización terrorista argelina fundada en 1992). De ahí, la primera gran operación se produce en el 2001, cuando cae una cédula de Al Qaeda en nuestro país. Su líder, Abu Dahdah, fue el encargado de captar y radicalizar a una serie de personas ya desde finales de la década de los noventa. Es decir, mucho antes de los atentados del 11-M.
¿Cómo eran esos terroristas?
Hasta ese momento, el perfil era el de un varón, joven, con edades entre los 18 y 35 años, con un nivel educativo y ocupación diversa. No se puede hablar de un único perfil, porque tenemos individuos sin formación reglada hasta otros con estudios universitarios. Por ejemplo, el líder de una de las células de la red del 11-S era el "Tunecino", becado en España para realizar estudios de doctorado, en cambio El Chino carecía de estudios. La ocupación también ha sido diversa, desde empresarios con empleados hasta parados.
¿Eso ha cambiado?
Sí, ahora observamos que son individuos más jóvenes, su nivel educativo se ha degradado y cada vez son más los desocupados. A partir del 2012, analizando las grandes operaciones que se han producido fundamentalmente en las redes de captación y radicalización de yihaidistas para unirse a las filas de organizaciones terroristas de Siria e Iraq, en las que han sido detenidas unas 40 personas, vemos que si hasta ese momento era sobre todo un fenómeno conformado por individuos extranjeros, a partir de 2013, el fenómeno no solo se españoliza, es decir individuos con nacionalidad española, sino que además eclosiona el terrorismo endógeno, el de individuos ya nacidos en nuestro país. De los 84 detenidos hasta el 2012, sólo el 5 por ciento eran nacidos aquí. A partir del 2013 son aproximadamente el 70 por ciento.
¿Cómo se explica?
Porque están emergiendo las segundas generaciones de inmigrantes, se están consolidando, algo que en otros países europeos, como Francia, Alemania o Inglaterra, ya ha ocurrido porque son receptores más tempranos. Estas segundas generaciones son precisamente las más vulnerables a iniciar y completar estos procesos de radicalización violenta.
¿Por qué son tan vulnerables?
Además de motivaciones de carácter más personal, como podría ser una falta de horizontes, estos individuos son muy susceptibles de sufrir crisis de identidad, que hacen que no sientan como propia la identidad de sus padres, la de sus países de origen, pero que tampoco se sientan pertenecientes a la sociedad en la que ya han nacido. Hay un déficit de asimilación cultural. La ideología de este salafismo yihaidista les ofrece una identidad, una pertenencia. Les dicen "tú perteneces a algo que está por encima de ser español o británico" y esto les resulta muy atractivo.
¿El fenómeno de las mujeres es nuevo?
Efectivamente, en el caso español llama la atención la incorporación de la mujer. A las organizaciones terroristas yihaidistas, como el autodenominado Estado Islámico, les interesa mucho la movilización de las mujeres para ir, digamos, a colonizar el territorio, el califato, proclamado en 2014. Buscan colonizar un territorio ya habitado por 6 millones de personas. Las llevan para procrear y traer nuevos muyahidines para ese estado islámico. Es preocupante, porque las mujeres tienen un gran efecto de llamada sobre otras mujeres.
¿Las vallas son una puerta de entrada para estos radicales?
No podría afirmar esto. Nosotros, que trabajamos sobre el análisis de condenados y detenidos, lo que vemos es que desde 2013 la mayoría son nacidos en territorio español.
