JUICIO

Los peritos aseguran que la menor presuntamente raptada tenía signos de abuso

25.09.14OURENSE.XUZGADOS.XUIZO.VIOLACION.
photo_camera El acusado, este jueves en el juicio. (MARCOS ATRIO)

El forense que exploró a la joven señaló que las lesiones que presentaba mostraban signos de que hubo "una penetración forzada y violenta"

Peritos que llevaron el caso del supuesto rapto y posteriores abusos sexuales por parte de un camionero portugués a una menor de 16 años de la localidad orensana de A Valenzá han manifestado hoy que la joven presentaba signos de haber sido "forzada" de una forma "violenta", así como de haber sufrido un trastorno por estrés post-traumático a raíz de estos hechos.

Los médicos y psicólogas que trataron a la joven tanto inmediatamente como con posterioridad han coincidido en que la parte nuclear del relato de la joven coincide en su declaración. Entienden que la relación difícilmente fue consentida.

El imputado, Joaquín Manuel O. C., de 32 años y de nacionalidad portuguesa, compareció por segundo día en el banquillo acusado de detención ilegal, de un delito continuado de agresión sexual y de una falta de lesiones, que se celebra en la Audiencia provincial de Ourense.

En las intervenciones realizadas esta mañana, un médico forense ha precisado que las heridas que presentaba la joven en las muñecas "son compatibles con ataduras" y con su "inmovilización".

Además, ha señalado que las lesiones que presentaba tras la exploración ginecológica mostraban signos de que hubo "una penetración forzada y violenta" que "en una relación consentida no se hubiese producido".

A preguntas de la defensa del acusado, ha manifestado que algunas podrían haberse producido por tratarse de unas primeras relaciones sexuales, aunque han añadido que las heridas de las muñecas son compatibles "con el uso de cinta adhesiva".

Las psicólogas han asegurado que la menor mantuvo el mismo relato constante a excepción de su primera declaración, la cual han atribuido a que en un primer momento prefirió "asumir" lo que le indicaron que dijese, y "luego no fue capaz de mantener la primera versión".

En su declaración, las psicólogas han descartado que la joven pudiese presentar un trastorno de personalidad, posibilidad que planteaba la defensa.

Tanto la acusación particular como la Fiscalía han mantenido su petición de veinte años y nueve meses de prisión para el acusado, alegando el agravante de que la víctima tenía 16 años cuando fue víctima de un supuesto rapto en 2012.

La joven, cuando caminaba sola por una calle de la capital orensana hacia su casa, fue abordada por un desconocido que la llevó a Portugal y, después de abusar de ella, la abandonó en la localidad de Valença do Miño, en la frontera de Portugal con España.

Por su parte, el letrado del acusado ha esgrimido en su defensa las inconsistencias tanto del relato como de las pruebas practicadas, ya que no se encontró el bolso, ni la documentación de la joven o el cuchillo en posteriores registros.

Para el letrado, con las pruebas es "prácticamente imposible determinar su culpabilidad", en base al hecho de que no se encontraron vestigios de haberla metido en el maletero -como esgrimía la acusación- y de que no había solicitado ayuda en la gasolinera en la que pararon a pesar de haber ido sola al baño, motivo por el que pide la libre absolución.


En el día de ayer, el acusado aseguró que las relaciones fueron consentidas.

Testigos de la víctima relataron, sin embargo, que escucharon a través del teléfono como el hombre la abordó cuando regresaba a casa a la altura de la calle Marcelo Macías, y le dijo que se subiese a su coche.

La juez tendrá que determinar su responsabilidad en los hechos, relativos a si la joven se fue y mantuvo relaciones con él de forma voluntaria o, por el contrario, fue víctima de abusos y secuestro.

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