Un vecino de la ciudad avistó ayer un cadáver flotando sobre el río Miño cuando estaba pescando truchas a la altura del pantalán de Alongos (Toén). El hallazgo se produjo poco antes de las 18.30 horas cuando el pescador tenía su caña en el agua y observó como la corriente arrastraba un bulto, que parecía ser un cuerpo humano sin vida.
El pescador no disponía de medios para adentrarse en el río y comprobar de lo que se trataba, alertando inmediatamente al Servicio de Emergencias 112, desde donde se movilizó a la Guardia Civil y Protección Civil de Ourense y Toén.
Los efectivos de emergencia acudieron de inmediato al lugar y, tras localizar el cadáver, que el río arrastraba hacia su desembocadura, lo llevaron hacia la orilla y comprobaron que se trataba de un cadáver en estado de descomposición y con numerosas heridas en el rostro, piernas y cuero cabelludo, que la Guardia Civil atribuye a los golpes contra las piedras al ser arrastrado por la corriente.
Al lugar también se desplazó el médico forense, que ordenó el levantamiento del cadáver para ser traslado al Complexo Hospitalario de Ourense con el objeto de hacerle la autopsia e identificarlo.
La Guardia Civil trabajaba en la noche de ayer con la hipótesis de que se trata de Miguel P.R., de 39 años, desaparecido desde el pasado día 24 de abril. Ese día, varias personas vieron caer a un hombre al río Miño, que resultó ser el identificado. Desde entonces, Protección Civil estaba rastreando el cauce con una zodiac para localizar el cuerpo.
Los efectivos buscan aún a otro hombre en el río, un vecino del barrio de A Cuña, que se arrojó al agua en enero de 2011. Pero el aspecto que presentaba el cadáver hallado ayer descarta que se trate de este último desaparecido.
Los efectivos de emergencia acudieron de inmediato al lugar y, tras localizar el cadáver, que el río arrastraba hacia su desembocadura, lo llevaron hacia la orilla y comprobaron que se trataba de un cadáver en estado de descomposición y con numerosas heridas en el rostro, piernas y cuero cabelludo, que la Guardia Civil atribuye a los golpes contra las piedras al ser arrastrado por la corriente.
Al lugar también se desplazó el médico forense, que ordenó el levantamiento del cadáver para ser traslado al Complexo Hospitalario de Ourense con el objeto de hacerle la autopsia e identificarlo.
La Guardia Civil trabajaba en la noche de ayer con la hipótesis de que se trata de Miguel P.R., de 39 años, desaparecido desde el pasado día 24 de abril. Ese día, varias personas vieron caer a un hombre al río Miño, que resultó ser el identificado. Desde entonces, Protección Civil estaba rastreando el cauce con una zodiac para localizar el cuerpo.
Los efectivos buscan aún a otro hombre en el río, un vecino del barrio de A Cuña, que se arrojó al agua en enero de 2011. Pero el aspecto que presentaba el cadáver hallado ayer descarta que se trate de este último desaparecido.
