El acusado niega haber pegado seis tiros a los equinos con dos rifles de su propiedad, en
Prada (A Veiga)
Las declaraciones en calidad de testigo de uno de los agentes de la Guardia Civil que instruyó las diligencias a un cazador acusado de matar a tiros a dos caballos -hechos tipificados como un delito de maltrato animal-no modificaron la solicitud del fiscal. En la continuación del juicio contra Santiago Ramón Vidal, que se sentó ayer de nuevo en el banquillo del Juzgado de lo Penal 1, el ministerio público pidió una pena de un año de prisión. Como petición subsidiaria, 15 meses de multa a razón de 10 euros diarios si la jueza lo considera autor de un delito de daños. En concepto de responsabilidad civil, 3.500 euros por el importe de los caballos, más los gastos del traslado de los animales 351,50 euros.
Fue en octubre de 2010, en Prada (A Veiga), cuando, según el ministerio público, el cazador realizó seis disparos con dos rifles de su propiedad, alcanzando a los equinos y provocándole la muerte en el lugar. Conocedor de los hechos cuando fue a controlar a los animales, el denunciante dio parte a la Guardia Civil. A los pocos días, durante un control rutinario de las batidas de caza, los agentes se percataron de que la munición que llevaba el encausado coincidían con los casquillos hallados en las inmediaciones de la finca donde murieron el caballo y la yegua.
